Prisma

Prisma

Navegando río arriba en esta Coruña diluviante acabamos por amerizar en puerto extraño: los anillos concéntricos a la plaza Elíptica de Los Rosales. Rosas vemos pocas pero terracitas unas cuantas y si son tan populares como parece que es la del Prisma, es difícil resistirse a su influjo. Venga esa tortilla.

No acostumbramos a venir por estos lares: mea (¿nosa?) culpa. Sin embargo, hemos de reconocer que la zona no está nada mal. A ver cuantos barrios pueden jactarse de tener un parque tan chulo como el Monte de San Pedro al lado. O unas vistas como las del Paseo que va hasta O Portiño. Por no decir un centro comercial tan fardón como el Pryc… de acuerdo, hay cosas que podrían estar mejor, pero míralo, ahí sigue mientras otros van cerrando. Y no olvidemos que el estadio de Riazor está a un paso, aunque no sea esta una época en la que sea algo que se disfrute.

Nos falta más tortilleo y nos faltan más recomendaciones por la zona. No es la primera que degustamos ahí que nos hace el culo pepsicola así que venga esos tortillers rosarinos, que se manifiesten. Contadnos a qué sabe vuestro barrio. Mientras tanto, os contamos nosotros a que sabe el Prisma.

Aspecto: Taponcio rotundo. Diría minitortilla si fuera mini pero era bien contundente. Sellada por todos lados, encerraba el misterio de cómo sería en su interior. Color brillante.
Jugosidad: Género labrado, cruje la superficie y aunque no deja que bañemos mendrugos de pan pasa sin problemas por la garganta.
Sabor: Algo sosita la patata grande y blanda pero en general muy sabrosa. Deja un agradable recuerdo en la boca que dura instantes después de la ingesta. Casera, saciante y con una temperatura muy adecuada. Perfecta para arruinar una cena. Buena elección
Tamaño: Gigantesco.
Precio: 1.60/1.70€
Otras observaciones: La sirven a pinchos también, el servicio bueno pero el pan algo cutre.

Y el veredicto es…

Nota final: Otra tortilla que tiene fans a moreas y creo que sabemos por qué: a ese precio y tamaño imposible encontrar nada mejor. Alimenta, sabe rica y no vacía la cartera. Otra cosa es que a veces las tortillas más caseras no son las más excelsas en cuanto a técnica o jugosidad. Pero el 7,4/10 lo tiene bien merecido.
Lo mejor: Tamaño impepinable y a buen precio
Lo peor: Vamos a quejarnos de algo que nos cabrea: el pan. ¡No cuesta casi nada y desluce un plato!

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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El Prisma está la calle Emilio González López en el número 40

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