Al lado de la Plaza de Galicia tenemos una de las cadenas de cafeterías más conocidas de A Coruña: el Siboney. Los más carrozas recordaremos su mítico logo con un feliz chaval con camisa de rayas que… bueno, es de agradecer que con el paso de los años y la mayor concienciación sobre ciertos temas haya desaparecido. Le deseamos de todas formas que le vaya lo mejor posible porque él no era culpable de nada. De lo que sí es culpable el Siboney es de labrar una fama entre los y las coruñesas de tener un café excepcional, tanto que no son pocos los que se acercan a comprarlo a granel. Pero ¿la tortilla? ¿También sirve para llevársela a casa?
Aspecto: Bueno pero ¡ojo! Como bien nos avisó una de nuestras acompañantes en la cata de esta tortilla (experta en el mundo de la moda y por ello en colores) la tonalidad amarillo-naranja de la tapa presagiaba que podía estar conseguida a base de colorante. Como a nosotros nos gustó el color y no estábamos seguros decidimos dejarlo en tablas.
Jugosidad: A medias. Si bien era jugosita, manchaba el plato con cuidado pero sin escatimar en el paladar se volvía algo dificultosa. ¿Pronóstico para el enfermo? Esa tortilla ya había nacido con las primeras luces del alba y así a media tarde la pillamos un poco adolescente.
Sabor: No era malo, la verdad. Cumplía su cometido sin excentricidades ni filigranas.
Precio: 1.85€ que sin ser caros pueden resultar pretenciosos.
Tamaño: Tamaño normal tirando a amplio. Ajustado, nada que sobresalga ni que quite de cenar.
Otras observaciones: Para amantes de los smoothies, los batiditos, el té chino de mandarina y demás trangalladas este bar puede que les apasione. Eso sí, el pan es fresquito, el servicio es excelente y el garito, relajando un poco el ambiente pijolas propio de la ciudad está muy bien. Y la tortilla era decente.
Pero el veredicto es…
Nota final: Pues se lleva un 5.6/10 y bastante lo mata el precio. Es que era una tortilla muy normalita, a ver si para la próxima la cogemos recien parida.
Lo mejor: Ese color especial que no queremos saber de donde sale. Y que no estaba mala, se defendía honrosamente como una niña de papá con estudios.
Lo peor: El dinero que cuesta esa niña de papá. Que tampoco te es para tanto.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
Cafés Siboney está en la calle Ferrol número 14.
Hola, aunque la cata es antigua, comento que si la tortilla es de la primera «hornada» normal que cueste un poco tragar. Pero lo que realmente quería comentar es que habéis ido a la cafetería más reciente y no a la que está en Rúa Nova que tiene bastante más solera y la degustación me da que sería bastante diferente.
Pues nada, un saludo.
Nos han recomendado muy encarecidamente que probemos la de Rúa Nova y esperamos tener pronto la crónica ya que un colaborador nos dijo que la andaba preparando… En cuanto la tengamos por aquí saldrá. Gracias por tu mensaje y un saludo!