Cafetería El Olivo

Tortilla de Cafetería El Olivo
La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

¡Estamos de vuelta! Hemos recuperado fuerzas en un más que necesario descanso y hemos aprovechado para montar nuestro Instagram y degustar tortillas bastante magníficas (y otras no tanto) que esperamos compartir con vosotros bien pronto. Y es que vayas a donde vayas en esta ciudad de viento encuentras tapas poblando las mesas como setas en el monte de otoño. Y como setas en el monte también surgen en los barrios «de pelas» los bares de postureo, vermucito y estética cool como el que alberga la Cafetería El Olivo. Porque Coruña, mal que nos pese a algunos, también tiene un regusto pijunis dependiendo de la zona. Al final el Imperio Textil™ parece que influye en más aspectos de los que creíamos…

En uno de estos barrios, cerca de una zona con edificios bien caros (y con lamentable orden de derribo que a ver como se soluciona…) encontramos este lugar, que ya nos extraña que se ponga de nombre «cafetería» y no gastrobar, vinoteca o lounge club. Pero salvemos el match ball: lo importante es que aun en estos ambientes, la tortilla siempre está presente ¡Tres hurras por El Olivo! Allí nos colamos en un estado de emergencia hambrienta que nos coincidió a la hora del vermú paseando por Alfredo Vicenti. Y claro, hubo que tapear.

Aspecto: Bastante decente, color cobrizo y un interior que vislumbra algo de jugosidad. Sin excesos, correcto. Borde grueso, sin quemados y de tamaño imponente.
Jugosidad: Algo de mojetillo deja, tampoco sobrante pero apostando sobre todo por la cremosidad.
Sabor: Por lo general sabrosa, buena mezcla de patata y huevo que no duele comer. Bien de sal, bien de consistencia. Aceptable. Tiene algún regustillo que no sabemos identificar, eso sí.
Tamaño: Muy saciante aunque algo hueca. Suficiente y satisfactoria.
Precio: 1.60€ en terraza. Más que acertado.
Otras observaciones: El sitio se presta al vermuteo pijunis cosa mala, es su nicho, y los precios que no son los de la tortilla son de ese maldito calibre: algo altos de más. Sin mal pan y sin mal servicio. Ofrecen pinchos gratis, que siempre se agradece.

Y el veredicto es…

Nota final: Pues pijunis o no, la tortilla siempre triunfa. En este Olivo ha sido de lo mejor que hemos tomado. Le dejamos un 6.4/10 a un plato bastante competente pero que, como esperábamos, tampoco es para tirar cohetes.
Lo mejor: Quita el hambre absolutamente. Buen trozo.
Lo peor: Se echa en falta algo más de personalidad: un poco más fina, un poco más jugosa, un poco más de sal, algo que la convierta en una signature de un local tan elegante.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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La Cafetería El Olivo está en la calle Alfredo Vicenti en el número 10.

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