El buen tiempo parece que se hace de rogar pero lo que es el veranito popular ya lo tenemos en la puerta. Y es que llega el 1 de junio y puede estar tronando que la gente ya se pone en la línea de salida rugiendo como motores de Fórmula 1. Que sí, que a todos nos pasa. Que queremos coger del trastero o del altillo esa caja de «ropa de verano» y empezar a probarnos bermudas como si no hubiera un mañana, vestiditos de flores, camisas hawaiianas y comprobar que un año más tarde, como mucho, le sirven a la lorza del flanco derecho porque lo que es a nosotros, nones. ¡Aquí es cuando se ve los que han estudiado! Porque muchos, con cantos viejos y resabidos nos avisaron a principios de abril con un «hay que ir empezando la operación bikini que luego nos coge el toro…» pero nosotros, que somos algo holgazanes, nos dimos más a la «operación cervecini» y a la «maniobra pinchini». Que si un día porque hacía sol y pa celebrarlo y otro porque llovía y para ahogar las penas, y ahora el bikini como no nos lo pongamos en el… brazo, pues regular va a ir. No desesperemos, que estos maravillosos veranos coruñeses que duran una semana y media y nos cogen a pie cambiado a medio de julio aún nos dan una tregua durante todo el próximo mes para comer sano y salir a correr un poquito. Salvemos el tipo y convirtámonos en los Mitch Bucanan de Bastiagueiro. ¡Hagamos piña e intentemos cuidarnos un poco para que nos silben desde los balcones cuando apriete Lorenzo en pleno verano y tengamos ropa de escasa tela! Eso sí, no la vayais a liar en San Juan: más de uno en cuanto ve que la tripa le desaparece la llena de sardinas. Si la cosa sale mal y cuando empiecen las rebajas teneis que ir a Cuatro Caminos a comprarle una talla más al armario, pues al menos sabéis que en El Prima podéis pasar el mal trago tomando tortilla.
Aspecto: Finita de cafetería, cuasi elegante. Un mazacotillo pequeño pero nada feo. Como de smoking regulero.
Jugosidad: Bastante cuajada, de patata hermosa y escaso huevo. Facilona y con una jugosidad demasiado sutil
Sabor: Sabrosa, no tiene pérdida. Asequible sin obsequios, algo para ir tirando. Alguna patata más grande estaba algo cruda (el público suelta un ooooh apesadumbrado). Decente punto de sal, poco que objetar. Con su cortecita habitual, como buena tortilla cafetera vetusta.
Tamaño: Escasito, se come en un tris. Tortilla de modelo a dieta. Nos vale para el verano.
Precio: 1.50€ que tampoco son caros.
Otras observaciones: Buen servicio, pan correcto.
Y el veredicto es…
Nota final: Leyendo la crítica parece que hemos quedado a disgusto pero no es del todo cierto. Estamos probando si enfureciéndonos se nos musculan los abdominales. Pero no cuela. Esta tortilla prima donna se lleva un 6/10 y nos abre boca para un verano que esperamos sea fructífero tortillilmente hablando.
Lo mejor: Sabrosa y asequible. Una tortilla que no duele comer.
Lo peor: Nada del otro mundo. Pequeña y no muy jugosa.
La Cafetería El Prima está en la calle Alcalde Marchesi en el número 29