Sabemos que las noticias tienden a desenrollarse como una alfombra en los suelos de los bares de los barrios para que los tertulianos puedan opinar sobre ella hasta tenerla blandita como pulpo apaleao. No sabemos si las tascas son patios de recreo o parlamentos, pero alguna de las vitrinas donde dejan las tapas pertenece por lo menos a un juzgado de guardia. ¿Y de qué se está hablando desde Adormideras al Ventorrillo? Pues de ver quien nos gobierna o desgobierna, que como bien dice mi abuela «llevaremos seis meses sin gobierno, pero tampoco lo he notado yo mucho». Y qué razón tiene ¿Os imagináis que no tuviéramos presidente nunca?
Alguno pensará que nos hemos vuelto anarquistas aquí en las tortillas. A veces cuando nos juntamos en una cata multitudinaria no se diferencia mucho, pero no, nosotros somos ordenados y eficientes como las democracias escandinavas. Ya llevamos, por cierto, un añito desde que unos habitantes ultramarinos salieron del agua de la playa de Matadero y reptaron hasta ocupar los puestos de gobierno del palacete de María Pita. ¡Gracias a que los coruñeses lo hicimos a la primera, solo votando una vez, para que aprendan en el resto de España! Pues ahí tenemos a Xulio, Xiao, Xilvia y alguno más que no empieza por ‘X’ cortando el bacalao como buenamente pueden. Desde aquí les vamos a dar ánimo de nuevo porque lo que queremos es ver una Coruña riquiña y fachendeira, solidaria y alegre y como a los jugadores que vienen aquí a firmar los goles de Riazor, la suerte de los gobiernos, afortunadamente o desgraciadamente, va a ser la misma que la nuestra. Y entre Deportivos y mareantes, urnas y charlas de bar que lo mismo arreglan un ministerio que te hacen la alineación del domingo, en Elviña siguen sacándonos tortillas a la calle para que las catemos. ¡Allá vamos!
Aspecto: Un poco engañoso. Pinta taruguera pero con posibilidades. Como bello delantero sudamericano que se deshincha un poco en la competición española.
Jugosidad: Bastante seca, el pan es justo y necesario para bajarla. No es su punto fuerte. Quizás no esté preparada para ser pedida como tapa.
Sabor: No está mal para tomar un pinchito de estos seccionados volumétricamente, pero no deja de ser un poco taruguera. Sabor decentillo de huevo y patatona grande y no muy hecha. Para salir del paso sirve. Para recomendar ya no tanto.
Tamaño: Se hace larga así que sacia. Buen trozo.
Precio: Pues rascantes 1,70€.
Otras observaciones: Ofrecen buenos pinchos, el servicio ya depende del día…
Y el veredicto es…
Nota final: Concepto muy cibernético el «me gusta» pero la tortilla de este bar de aspecto cuidado nos ha dejado algo fríos. Sí, alimenta. No, no está mala. Pero esperábamos algo más especial de un sitio que quiere marcar la diferencia. Se lleva un 5,2/10 y seguimos arreglando el mundo, que parece que nos motiva más.
Lo mejor: Sacia, mata el hambre. No es poco.
Lo peor: Regulera, no nos llama la atención.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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Actualización 24/03/2023: Los que aquí suscribimos muchos vermús han mamado en el Me Gusta, sobre todo con gerencias siguientes a la que había cuando catamos esta tapa. Es por eso que recibimos su cierre con bastante pena. El sitio que lo ha sustituido, la pulpeira Lua Chea, la verdad es que ya la hemos catado y nos ha gustado bastante, pero, oh drama, no tienen tortilla en su menú.
Me Gusta está en la calle Rafael Alberti en el número 31.
