Es oficial y notorio: estamos en otoño. Salir sin rebequita duele, no compensa tanto lavar el coche y ya va apeteciendo meterle diente a unas castañas. Las fiestas, los conciertos y el dolce far niente nos quedan tan lejos que estamos a punto de solicitar un adelanto del próximo verano o al menos de las vacaciones de navidad. Si os sentís también así no preocuparse, aquí venimos los Aún Pillas Tortillas para una nueva píldora del hedonismo que más nos gusta: jalar, esta vez desplegado en el Casa Pilar de cerca de Plaza de Vigo.
En este tiempo también ha pasado el concurso Picadillo, que este año desgraciadamente no hemos disfrutado demasiado. Sea como sea nos congratulamos de tantos locales intentando apostar por tapas novedosas o con un maridaje especial. Y por referencias de otros años esperamos que hayan corregido algunos errores que hemos sufrido en nuestras propias carnes: precios algo exagerados, dificultad para conseguir ciertas tapas y escasísimo respeto por las alergias e intolerancias (eso de tener tapas sin gluten y traerlas con un trozo de pan chantado encima dice mucho de como deben hacer las cosas en cocina).
Pero nosotros vivimos todo el año en el Picadillo, solo que en vez de apuntar las notas en un papelito las traemos a esta página y las escupimos literadas para vuestro disfrute o indignación. De aquí a que acabe el año hemos descubierto perlas que podrían ganar concursos pero poco a poco, de momento vamos con la que nos ocupa. ¡A comer!
Aspecto: Tu piel morena sobre la arena, nadas igual que una sirena y deberías haber salido un poco antes de la sarten. Tez tostada por no decir quemada que se nos planta en medio y nos hace facepalmearnos. El resto parecía ok pero lástima.
Jugosidad: Baño de huevo donde tirar con triple tirabuzón el pan para que se empape. Imposible más jugosa.
Sabor: Recien salida de la sartén, tiene un sabor interesante, con presencia y bravo. Lástima del quemadito que tambien se hace notar. La mezcla es bastante heterogenea, no estando bien repartido el huevo y la patata, que está cortada bien fina. Un sellado potente por fuera evita que la tortilla explote. La idea es buena porque tira hacia el betanceiro bien sellado y dentro sin hacer, pero quizás un meneo y algo más de cuaje le ayudarían. Triunfará entre los saladistas.
Tamaño: No muy grande la verdad.
Precio: 1.90€
Otras observaciones: Pan negro, local pijolas, servicio correcto.
Y el veredicto es…
Nota final: Consiguió lo más difícil y se perdió en detalles pequeños. Una tortilla capaz de mantener una jugosidad máxima pero con un sinfin de pequeños detalles que hacen que baje su nota. Afortunadamente, todos fácilmente corregibles. Le damos un 5,9/10 con una nota a sus padres: «no os preocupéis, el niño progresa adecuadamente pero le hace falta un pequeño tirón de orejas para que no baje la guardia»
Lo mejor: Apta para bañar el pan. Bien.
Lo peor: Evitar el quemao y repartir mejor la mezcla sería un buen comienzo para solucionar errores. Bajar un poco el precio también.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
Casa Pilar está en la calle Emilia Pardo Bazán en el número 40