My Best Veggie (LIDL)

Sí. Otra maldita tortilla de supermercado. Ya véis que el confinamiento ha dado para bastante introspección. ¿Pero es que cómo podíamos negarnos a juguetear con altas dosis de peligro probando la tortilla vegana My Best Veggie de LIDL? Ya estamos echados al monte, que pase la siguiente.

Pequeña historia del arte del veganismo tortillero: no nos es ajeno. Ya desde hace tiempo hemos convivido, cocinado y degustado tortillas con gente que por opción o necesidad tenían que prescindir de ciertos alimentos. En el caso del veganismo el ingrediente a sustituir en una tortilla es ese sale de una gallina de uno en uno y a nosotros nos llega por docenas. ¿Y qué puede ocupar el lugar de los sabrosos huevos, que nos gustan en todas y cada una de sus formas? Pues normalmente para este plato se suele utilizar harina de garbanzo. Y dejando de lado que el cuaje y que no se pegue a la sartén es más difícil de conseguir que en una tortilla estándar, la verdad es que es un cambio que da el pego. No nos confundamos, el sabor no es el mismo. Pero si alguno de vosotros por salud o decisión no va a consumir más huevos, le recomendamos que se ponga manos a la masa y practique a hacer tortilla con este ingrediente (algunos lo mezclan también con aquafaba) que seguro que después de un tiempo no notará en exceso la diferencia. Todo sea porque el tortilleo no se pierda.

Cuando atisbamos en LIDL que había una tortilla que utilizaba este mismo truco, sí, nos mordió la curiosidad. Estábamos avisados ya que la última que habíamos sacado de este supermercado había sido una puta mierda (no hay otra forma de decirlo) así que no esperábamos que esta fuera mejor. Sin embargo, nos produjo curiosidad quitar a la huevina de la ecuación para ver si esto hacía del plato algo más o menos comible. Lo compramos y lo cocinamos y ahora os lo contamos por si, veganxs del mundo y de Coruña en particular, os véis obligados a recurrir a este producto plastiquero.

Aspecto: Momento duro. La vegana del LIDL es fea de coj*nes. Por el lado que venía tapado aún tenía un pase pero en cuanto le dimos la vuelta… Con decir que decidimos cocinarla otros 5 minutos a ver si mejoraba. Terrorífica, absolutamente artificial, homogeneidad pura. Lo más bonito que se puede decir de ella es que parece la faz de la luna. Si es por la pinta no nos hacemos veganos.

Jugosidad: Y por la jugosidad tampoco. Tremendo masote que se hace hasta difícil de cortar, ya no decimos nada de comer. Como se puede ver en alguna de las imágenes de este post, el interior es absolutamente uniforme con una patata y harina de garbanzo formando un relleno imposible de disgregar. Una de las tortillas más costosas de tragar que recordamos. La misma jugosidad que un libro.
Sabor: Y aquí empiezan los puntos no-tan-malos. Durísimo veredicto se viene: la veggie está mejor que la normal. ¿Es quizás porque tiene cebolla y esta contribuye a tapar otros sabores extraños? Pues igual, e igual tendríamos que haber probado las otras con cebolla también pero ahora ya es tarde y no queremos volver a tocarlas ni con una lanza. La patata sabe de lejos, el huevo se echa de menos (pero en general se echa de menos en todas las precocinadas) y a veces tiene unos sabores raros, como de pegotes de harina. Pero es comible, que no es poco.
Tamaño: El tamaño y la consistencia dan para cenar una familia numerosa (o dos si son pequeñas)

Precio: 1,59€. Quizás una de las más baratas que hemos encontrado.
Otras observaciones: Como todas se puede hacer con micro o sartén pero cuesta diferenciar cuando está hecha del todo.

Y el veredicto es…

Nota final: Intentaremos ser benévolos: mucho habrá que operar quirúrgicamente a esta tortilla para hacerla tratable. Y con eso hablamos de meterla en pan, de embadurnarla de salsa de tomate o de cualquier alquimia extraña que hagais en vuestras casas que tampoco queremos conocer y mucho menos juzgar. Bastantes dificultades tienen los veganos para encontrar comida de calidad por ahí y esta tortilla no es una excepción. Pero quizás y solo quizás, en un momento frágil de nuestra vida y cuando queramos gastar poco dinero, a esta tortilla se le puede dar un tiento. Nosotros lo que le damos es un 3,2/10 y gracias.
Lo mejor: Que solo vale un euro y medio. Que hay bares que por un euro y medio te dan una lasca de patata.
Lo peor: Que es más difícil de deglutir que un polo de arena.

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