Cuando dan las doce en el reloj de la estación de San Cristóbal, tiene por costumbre sonar por la megafonía tubular el Negra Sombra rosaliano, gran dama que hace poco nos estuvo de cumpleaños. Cuando da la una y medía del mediodía, sin poesía de por medio, lo que nos viene sonando son las tripas rugiendo tortillas que no llegan. Quizás a oidos externos no se pueda comparar este quejío con las notas tañidas del maestro Montés Capón, pero creednos que a nosotros nos resulta igualmente desolador el panorama por la parte que nos toca. Es por eso que, almas en pena, viúvos de tortillas que esperan por nós, nos vamos arrastrando guiándonos por el olfato hacia una cantina donde estén cuajando huevo. Y a veces, en la fronteriza Avenida do Ferrocarril, entre los hoy barrios de la segunda fase de Elviña, Los Mallos, A Sardiñeira y otrora parte de San Cristovo das Viñas, tenemos que descarrilar de las vías de tren para amarrarnos en un bar que nos sirvan de comer por misericordia. Y claro, no podemos abusar y alimentarnos solo de tortilla (¡quien pudiera!) pero siempre está bien llevarse un bomboncito a la boca, como éste del Lois, antes de atacar al plato principal. ¿Nos sirve un pinchiño caballero?
Aspecto: Muy normalito, tortilla de ir tirando y con alguna nota de color. No emociona.
Jugosidad: Sin ser muy estomagante tampoco es que estuviera jugosa. Ejemplo de tortilla cuajada, sin emoción. De tirar palante.
Sabor: Bueno, sobre todo si te gusta la cebolla. Justo punto de sal y temperatura decente. Además ofrecieron calentarla.
Tamaño: Primer punto de esta tortilla curiosa. Al pedir una tapa preguntaron más o menos cuanto quería, si me conformaba con la mitad de la tortilla que quedaba. Me pareció excesivo (podía ser fácil el tamaño de una ración) y pedí un tercio. Por tanto el tamaño más que bien, muy bueno. ¡Justo el que quería!
Precio: El bartender susurraba los precios y si no me fallan las cuentas me cobró por la tapa… 0.75€ ¡¡MADRE MÍA!! Un momento para acordarme de todas aquellas tapas que cobraron a 2€ o incluso 3€ y no valían un can. Tenemos un nuevo récord inferior. Los cálculos que hizo fueron: Una hamburguesa con queso para llevar 2.25€ (sí, a veces caemos en la tentación), un aquarius 1.75€, y lo otro 0.75€. ¡Buen chollo!
Otras observaciones: Nos mola que las cosas sean caseras, que te pregunten cuanto quieres y que te cobren según vean. El servicio es excelente y el pan estaba bien. Salimos con una sonrisa.
Y el veredicto es…
Nota final: Hay tortillas con fallos en el sabor o la jugosidad que te ganan por todo lo demás. Esta tortilla baratísima para ir saliendo del paso se salda con un 6.3/10. Bien por ellos.
Lo mejor: Baratérrima. Buen tamaño. Sabor decente. Combinación de tres cosas en una cafetería clásica: éxito.
Lo peor: Como tortilla en sí no es nada del otro mundo. Saca el hambre y ya. Pero viva Cafe Bar Lois, por no racanear y sacarnos del hambre cruel ¡Que suenen las campanas por él!
El Cafe Bar Lois está en la Avenida do Ferrocarril número 5
Actualización 25/09/15: Como metáfora de esta sociedad sputnik que nos avasalla, el tradicionalísimo Café Bar Lois dejó paso a un local de Doner Kebab, que seguro también hace las delicias de los más gochos de la zona. Deseamos de corazón que Lois y familia estén disfrutando de una merecidísima jubilación y haciendo tortillas ya solo por hobby.