Barullo, como la Cervecería que os traemos hoy donde degustamos una nueva tortilla, es el que hay en Coruña si nos acercamos a las calles Manuel Murguía y la Avenida de la Habana. Y es que el Depor nos tiene tan en ascuas que casi nos olvidamos de que hace un par de semanas estábamos en la playa y ahora no nos aguantamos del frío. Por favor, que pite el árbitro ya y dé comienzo el verano.
La crítica de hoy viene de una recomendación que alguien nos hizo etiquetándonos en un reel de Instagram. Aprovechamos para pedir disculpas por nuestra dejación absoluta de funciones en redes sociales. Entramos en ellas no más de una vez al mes y claro, vuestros mensajes a veces llegan tarde si nos avisáis de algún evento temporal. No fue este el caso y pudimos acudir a la Cervecería Barullo mientras seguía abierta y dando tapas en la misma dirección donde hace un tiempo estaba una sucursal de O Freixo.
De situación privilegiada, frente a uno de esos gigantescos pasos de cebra que pueblan la ciudad, O Barullo se beneficia de una calle peatonal y de una zona comercial que a pesar de no ser céntrica, bulle de actividad diaria. Y claro, tanto movimiento y ejercicio agota, de ahí viene el hambre o la necesidad de hacer un receso y parece que una caña y meterle algo al cuerpo es la mejor solución al problema. Fue nuestro caso, os lo contamos.
Aspecto: En el vídeo que nos etiquetasteis se veía una tortilla gruesa y la de hoy es más bien finuca. Tiene buen color y se ve melosa. Todo en orden.
Jugosidad: Efectivamente, bien babosera y con posibilidad de mojeteo toda la que quieras. Apenas ofrece resistencia.
Sabor: Cada vez que hacemos una cata, tenemos que conjeturar como ha sido la elaboración del plato, qué ingredientes lleva, el tiempo que lleva hecha. Recordad que vamos de incógnito, no nos metemos hasta la cocina ni hacemos demasiadas preguntas para no desvelar el misterio. Pues bien, lo que nos ha pasado con esta tapa es que estamos bastante seguros de que está hecha con patatas de bolsa. El punto de sal, el sabor, el corte de la patata y como se relaciona con el huevo, meciéndose cuál palmera, hace parecer que, al menos el domingo, abren una bolsa de patatas fritas para hacer sus tortillas. No con esto vemos nada malo, ojo, aquí en el cuartel general tortillero es una variante que solemos hacer con asiduidad en la intimidad de nuestras casas. De todas formas, entendemos que para muchas personas esto puede ser algo indeseable o que sabiéndolo y sabiendo que exige menos esfuerzo o peor calidad, podrían querer que se reflejase en un menor precio o mayor tamaño. El huevo muy rico.
Tamaño: Algo justa.
Precio: 2.50€
Otras observaciones: Buen servicio. Algo bulliciosa la terraza que da a Ramón y Cajal, es de esas que no se aprovecha de una terraza amplia y donde conviven los que esperan al bus, los ciclistas a los que se les acaba el carril bici y demás transeúntes.
Y el veredicto es…
Nota final: Aceptamos pulpo como animal de compañía y tortilla con patatas de bolsa. Si está buena, y es el caso salvo por un punto de sal excesivo –cuando se hace de este tipo no hace falta añadirle sal al huevo– ¿qué problema hay? Sin embargo, lo que nos parece es que aunque sea aceptable, no debería hacerse pasar por una tortilla hecha con patatas normales y el precio y el tamaño de esta hacen ver que sí lo es. Tampoco en la carta hay nada que lo indique. Sea como sea, la puntuamos con base a lo que nos hizo sentir en el paladar y se lleva un 7.3/10
Lo mejor: Su jugosidad es innegable. Alta puntuación.
Lo peor: Demasiado pequeña para ese precio. Algo más alta y a dos euros e igual estamos hablando de una tortilla de notable alto.
Cervecería O’ Barullo está en la calle Ramón y Cajal en el número 30