Cafetería Habana

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Volvemos al centro, volvemos a ese bullicio de cañas y tapas que rodea a la calle Real. Pocas academias de inglés hay en Pescadería pero bares los que queráis. Mérito tienen las tascas de barrio pero las del centro que tienen que competir en calles en las que el mercado está sobresaturadísimo también nos merecen un respeto especial. Menos mal que los coruñeses somos de excesos y festa rachada y si hay que ir a tomarle otra cunca al bar de alli que anda un poco de capa caída, pues se le va para animarle el cotarro al patrón de la barra. Y claro, si nos atrae con un nombre como Habana a uno se le va animando el body. Las caderas empiezan a contonearse pensando que se encontrarán allí a la vieja trova cantando unos temas para hermosos y hermosas mulatas que parezca que aprendieron a bailar antes que a caminar. ¿Estoy siendo muy estereotípico? Quizás lo mismo piensen los cubanos que se acerquen por los centros gallegos de la Habana, que van a encontrarse a una docena de gallegos choromiqueando y soplando gaitas. ¡Pues en su caso igual es verdad! Y aunque a nosotros nos van los ritmos latinos, no nos acompaña el don de la danza para poder lucirlo así que lo único que queremos hacer bailar es el bigote mientras degustamos una buena tortilla. Ahí sí que brillamos, no veáis que brío le damos a la mandíbula, que golpe de mordisco, que salsón nuestro juego de manos. Hoy nos creemos que estamos en el Malecón y si tenemos que apretarle un roncete para abrir el hambre, tampoco no se nos caen los anillos.

Aspecto: Color vivo e ilusionante, algo de aspecto de bloque tentetieso pero salvable. Atractivo, sí.
Jugosidad: Labrada, sin excesos, cuajadita pero con swing. Algo de corteza pero bien sabrosa.
Sabor: Ha aguantado perfectamente las horas y se ha convertido en una tortilla con sabor 10. Tortilla MILF. Cuando algo se cocina bien, aguanta bien. Claro ejemplo. Cuajadita y rica.
Tamaño: No excesivamente grande pero bastante asumible. Nos daba ganas de comer más.
Precio: Baratísimos 1.40€ para esta sabrosura
Otras observaciones: Pan pequeño pero fresco y rico. Muy buen servicio. Stop&Go aconsejable.

Y el veredicto es…

Nota final: No sé si se han traido trucos caribeños para cocinar este tortillón, pero seguro que el influjo de los sones latinos ha servido para batir un 8,5/10 fabuloso en esta tortilla de escándalo. Nos encantarían unas vacaciones en La Habana real pero hasta que ahorremos para ello mandarle unas tortillas en esta cafetería, no está nada mal.
Lo mejor: Muy rica, aguanta el tiempo.
Lo peor: Ojalá un poco más grande.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
(Ninguna valoración todavía)
Cargando...

La Cafetería Habana está en la calle Torreiro en el número 11.

Deja un comentario