¡Amigos! ¡Vaya semana de locos! Sigamos ahora con lo que más nos gusta. En un barrio moderno y de marcado carácter posturístico como es Matogrande, no es difícil imaginar que sus habitantes sean aficionados a la práctica del golf. Junto con el pádel, el running y el gintonic, no hay treintañero con pelas que no farde de prácticar al menos dos de estos deportes. Desde Aún Pillas Tortillas, criaturas principalmente de salón que no corremos ni para pillar el bus salvo casos excepcionales, nos alegramos de que estos valores olímpicos triunfen en nuestra amada ciudad. Sin embargo, además de las canchas y pistas que nos permiten la práctica del deporte a precios en ocasiones millonarios, apostamos también por esas otras «canchas» donde celebrar un tercer tiempo en el que poder equilibrar el ejercicio realizado. Esta prórroga fabulosa entre cañas y tapas queda definitivamente fuera de los estándares del ejercicio pero aún así hay sitios que lo camuflan bajo un halo deportivo como es el caso del Hoyo 19 en Pintor Luis Quintas Goyanes, un bar con múltiples tapas en donde quedar a ver como sudan otros por la tele.
Aspecto: Fantástico. Una tortilla imponente, sin miramientos. No baba el plato pero muestra su tamaño de manera amenazante cual pívot.
Jugosidad: No es una tortilla líquida pero en absoluto secota. En vez de manchar el plato va dejando lascas de huevo, pequeñas migas. Nadie se quejará.
Sabor: Conseguido punto de sal, punto perfecto de la patata (la intuimos algo cocida incluso) que ofrece resistencia al morder y un huevo sabroso hacen de esta tapa un imprescindible en el bar. Una tortilla tramada y sabrosa, de las de sacar al campo y que se acaben en un pispas.
Precio: 1.90€, que no se hacen caros.
Tamaño: Grande sin ser obsceno. Quita hambre, soluciona una cena si has merendado. No escatima en recursos.
Otras observaciones: Buen servicio, multitud de tapas y normalmente a tope. Uno de los mejores sitios de Matogrande para ir a cenar después de una partidita en el pádel.
Y el veredicto es…
Lo mejor: Ver el deporte por la tele acompañado de una tortilla grande y riquísima como esta.
Lo peor: Que el deporte por la tele implique, por ejemplo, ver jugar al Celta de Vigo. Y referido a la tortilla y aunque tiene un precio justo si lo rebajasen algo más llegarían con esta tapa al sobresaliente con algún que otro detallito ínfimo.
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