Nosotros pensamos defender aquí y donde haga falta que la verdadera mejor tortilla del país se encuentra en las callejas de A Coruña. Que por lo que sea se dan condiciones para que un plato que nació lejos de aquí haya convertido su versión local en patrimonio de la humanidad y debería llevar un sello de denominación de origen que rezase: está usted comiendo tortilla coruñesa, degústela como se merece, no acepte tarugones. Lo que pasa es que, para ser justos, hay un sitio no demasiado lejano en el que sus habitantes también defienden algo parecido. Tanto lo piensan que han creado su propio estilo de tortilla de patatas y, para ser justos también, les ha salido bastante bien. Betanzos suele copar varias posiciones de los puestos de las mejores tortillas de patatas, casi del mundo. Tienen una semana de la tortilla de Betanzos. Tienen trofeos decorando sus vitrinas. Y tienen tortillas y tortillas y tortillas servidas a diario. Han conseguido crear la segunda división más grande actual entre los fans del tortilleo ¿se puede comer la tortilla con cuchara? Porque nosotros lo reconocemos: nos encanta la tortilla de Betanzos, su jugosidad es incomparable y su sabor le anda a la par, pero si tuviéramos que comerla todos los días necesitaríamos algo más de consistencia. Se puede hacer una tortilla jugosa sin necesidad de que deje una piscina de huevo en el plato. De hecho nos parece más complicado conseguir el mojeteo justo que sellar una tortilla sin cuajar por ambos lados que explote cuando la abras. Dicho esto, de vez en cuando el cuerpo nos pide salsa y por eso nos decidimos esta vez a venir a uno de los templos del plato en Betanzos: La Casilla. No se encuentra dentro de los límites del área metropolitana de A Coruña así que no entrará a concurso, pero dejamos esta crítica que muchos nos pediais, como un pequeño especial en homenaje a Betanzos en su semana de fiestas y a su importante papel en la confección de este plato. Nuestro orgullo patriótico y el fin de la página hacen que no catemos tortillas de allí a menudo, pero seguro que si son como esta acabaremos repitiendo en algún otro local de la zona.
Aspecto: A primera vista la tortilla de La Casilla parece una tortilla normal. Fina, casera, hechita por fuera… pero claro, una vez se parte cae ese torrente de huevo que véis en la imagen posterior y ya sabemos que estamos frente a una tortilla betanceira de toda la vida. Alguno habrá que se asuste o se incomode pero la verdad es que a la mayoría de los que estábamos allí nos dio ganas de clavarle el tenedor de una vez.
Jugosidad: Pues la verdad es que está ya todo dicho pero por si acaso ponemos un corte de tapa. Ultrajugosa, imposible serlo más, hasta el punto de que a alguien le puede parecer excesivo. A nosotros lo que nos parece es que vamos a necesitar otro cesto de pan. Y que este mantel va solo al río porque ya solo repartirla cuesta de narices.
Sabor: Además de formar un festival del mojeteo con ese torrente de huevo que cae, la tortilla de A Casilla es excepcionalmente sabrosa. De corte muy fino con una patata que supera por poco la lasca, el huevo no es tan líquido como meloso y la sal está perfectamente repartida. La patata amodorrada y borracha en la mezcla hace que lo único que ofrezca consistencia al corte sea un borde ultra fino. Difícil de servir pero recompensado por el sabor.
Tamaño: No excesivamente grande (un tamaño apropiado) pero sí que por sabor resulta saciante.
Precio: Esta tortilla gourmet se paga: 19€ la tortilla para 4.
Otras observaciones: El local, sobre todo si se puede comer en el exterior, es una delicia. El pan es bueno pero el servicio no es ninguna maravilla (además que las raciones tienden a ser escasas). Escuchamos comentar (por parte del personal del establecimiento) que los celíacos podían ir a probar esta tortilla sin problema: son conscientes de la enfermedad y de los cuidados que necesita para evitar la contaminación.
Y el veredicto es…
Nota final: Es imposible ponerle baja nota a este tortillón. Ha ganado premios antes de nuestro paso y los seguirá ganando. Claro exponente de la tortilla betanceira en un local precioso. Sin embargo, vamos a dejarle sin el sobresaliente. Es una tortilla sabrosísima y jugosa pero creemos que a mucha gente puede echar para atrás está variedad: demasiado líquido. Además de eso, es un sitio relativamente caro y con un servicio mejorable. No tuvimos la sensación de comer mejor que en un furancho, pero el precio sí que marcó la diferencia. No quita esto que sea una visita obligada para todos los tortilleros de la provincia, al menos, como ir a La Meca, una vez en vida. Se queda con un 8.9/10.
Lo mejor: Armarse de valor y mojetear una y otra vez. Tortilla con sabor de 10.
Lo peor: Pues todo lo demás (y como es cobrado)
El Restaurante La Casilla está en la Avenida de Castilla, en el número 90, en Betanzos.
La tortilla buenísima, íbamos allí con frecuencia. La terraza preciosa. Pero desde este fin de semana, ya no volveremos. Si no admiten a mi perrita de tres kilos en un patio, una perra bastante más educada que muchos clientes humanos, como que hay más sitios con tortillas muy buenas. Por cierto, a mi me molestan muchos los niños maleducados y los adultos que permiten que sus niños molesten. Ténganlo en cuenta.
soy de Betanzos, y la tortilla de a casiña era boa pero ya no lo es
hay que saber en primer lugar las patatas y los huevos tienen que ser de la zona
oza, irixoa, paderne, etc
y no debe ser aguada sino perfectamente cuajada y sobre todo sin cebolla
Murieron los dueños y ahora por culpa de los restaurantes de la plaza Maria Pita dicen que una cosa en la cual la yema no esta hecha y la patata no esta frita es de Betanzos.
Igual que el pulpo , con cachelos, nunca el pulpo es pulpo y por desgracia carisimo
me encanta a espenunca , que almejas…..