RISKY BUSINESS. La verdad es que ahora mismo la vida coruñesa consiste, y nunca mejor dicho, en ir por ahí pisando huevos. Ya estaba el caldito empezando a hervir pero han sido las fiestas navideñas las que han dado paso a una cabalgata aún más numerosa que la de los Reyes Magos: la de los tests de antígenos positivos. Y es que quien más y quien menos o lo ha pillado o lo ha esquivado por poco. A todxs lxs que estéis metidos en casa os mandamos mucho ánimo y un abrazo grande. Nosotros DE MOMENTO nos vamos librando pero aún queda mucho bacalao por cortar. Y sobre todo mucha tortilla por papar como esta del Mesón Sidrería A Balea.
Hemos llegado a 2022 y la cosa parece que no cambia mucho; nos sigue apeteciendo pedir tortilla en cualquier lado. A este Mesón Sidrería ya le teníamos echado el ojo, puede que por alguna recomendación vuestra, y alguna vez intentamos ir a catarla. Pero no fue hasta los últimos albores del año pasado que pudimos por fin conseguirla, eso sí, en formato take away para degustarla con calma en la tranquilidad de nuestro hogar. Porque queríamos probarla con el paladar limpio y no ponernos a reventar pero en el menú vimos platos de churrascos varios que con bastante probabilidad caerán algún día, quien sabe si ya en el local…
Aunque no es momento de pensar en comer. Vale que una tapita de tortilla de vez en cuando seguirá cayendo pero en pasados los Reyes en cuanto acabemos de mojar el roscón que sobró al en el desayuno, tocar mirarse la panza y ponerla a subir la cuesta de enero. Que no todo el monte es orégano y los excesos, cuanto menos, mejor. Así que, además de a los confinados, también os deseamos (y nos deseamos) muchísimo ánimo a todos para bajar lo ganado en estas fechas e ir volviendo poco a poco a la rutina. Fuego a ese turrón!
Aspecto: Buena pinta y desparramante al corte. Se ve antojosa y de color saludable.
Jugosidad: Llora como aquella ministra italiana pero huevo en vez de lágrimas. Así que sí.
Sabor: Ese huevo meloso se desliza por el tobogan de la garganta como un infante feliz. La patata muy blandita pero con un toque crudité. La sal no abunda pero la tortilla en su conjunto es un producto gourmet. Suave, de rico huevo, casera, una calidad que no se encuentra en cualquier lado y menos en una churrasquería. Fascinados estamos.
Tamaño: Tamaño apropiado, nos vale.
Precio: 10€
Otras observaciones: Buen servicio.
Y el veredicto es…
Nota final: Esta tortilla es un regalo y no sabemos si os habréis portado suficientemente bien. Complemento perfecto como entrante de un churrasco, de un jugoso que deshace y de un sabor que, a falta de un poco de punch, es cuasi imposible que disguste a cualquiera que ya haya afinado el paladar con tortillas del estilo peneliano, por ejemplo. Venid a este templo que no os arrepentiréis. Nosotros le damos, con ganas de volver, un 8,4/10 y os la situamos en el mapita de las mejores de Coruña.
Lo mejor: No es habitual encontrar esta patatita fina un poco cruda pero a los amantes de esta corriente filosófica les va a flipar.
Lo peor: Un aire de sal igual le hace ganar alguna décima que otra.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Mesón Sidrería A Balea está en la calle San Vicente en el número 66