El que no sepa que Orillamar es una calle de troula no ha estado en Coruña ni nada. Y eso que se da la suerte de que los garitos donde sacudir las caderas acaban en la segunda manzana, que si no más de uno iba a enfilar la calle de bar en bar hasta acabar en el cruce con la calle Tui y ahí con tanta copa solo le quedan dos opciones: a la izquierda la comisaría de Policía y a la derecha el Cementerio de San Amaro. Pero que por las Atochas saben bailar, eso te lo sabe cualquiera. Entre el Patachim y la Repichoca aún parece que pelean a ver que prefiere la juventud coruñesa: si panderetadas o ritmos electrónicos. Si alguna vez os quejáis de que no tenéis suficiente espacio id a cualquiera de estos locales que os explican como hacer con poco, mucho.
También en el Maricastaña, que aunque le falten tortillas no le sobran bingos y antibingos con los que llevarte a casa, por ejemplo, una botellita de licor café que mal no nos vino alguna vez para continuar la noche fría del jueves universitario. Y en verano romerías y demás, que pocas calles más bonitas hay en Coruña para estar en al aire aprovechando una noche calurosa. De momento calor poco y con el verano apenas soñamos. No pasa nada, en este febrero desapacible queda hueco para acercarse a Orillamar, junto a Río y Venecia capital MUNDIAL del Carnaval y, mientras nosotros tortilleamos en O Mentireiro, escucharos fuera bailando y cantando con vuestros disfraces de choqueiros y choqueiras. ¡Esperadnos que ya vamos!
Aspecto: Un poco viejuna pero se mantiene. Madurita y atractiva.
Jugosidad: Jugosita, pero con el truqui de la cebolla.
Sabor: Tirando a fría, alargada, manchosilla sin empapar. El sabor a cebolla era inevitable. Salada a ratos. Un poco vetusta pero con deje casero, como si una madre la hubiera hecho hace unas lunas.
Tamaño: De tan fina se hacía pequeña.
Precio: 1.60€
Otras observaciones: Servicio correcto.
Y el veredicto es…
Nota final: Nosotros mentireiros no somos, aunque hagamos bromas y nos disfracemos, siempre decimos la verdad. Y la verdad es que esta tortilla, sin estar mala, no es nada del otro mundo. Le dejamos un 5.4/10 que puede ser fácilmente mejorable.
Lo mejor: Aguanta el paso del tiempo bien.
Lo peor: Muy pequeña y no recomendable para haters de la cebolla.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
O Mentireiro está en la calle Orillamar en el número 12.