Noche y Día Café

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Por 25 pesetas cada uno, diga nombres míticos de bares: Zurich, Riviera, Dublín y por supuesto CAFETERÍA NOCHE Y DÍA. Tan manido es este nombre que ya hemos visto en la misma ciudad el Noche y Día 2 e incluso 3, formando trilogías de barras y desayunos. Qué barbaridad. Con lo bonito que puede ser ponerle a un bar AUN PILLAS. Qué se le va a hacer. Una de estas cafeterías Noche y Día se encuentra en el número 66 de la Avenida Salvador de Madariaga, justo al lado del colegio de médicos. De aspecto moderno y con página web, en caso de que la tortilla esté muy mala, nos socorrerán amablemente en el edificio contiguo pero… ¿hizo falta?

Aspecto: La foto no engaña. Tortilla densa, densa, densísima cual milenario muro de piedra. Parece una pequeña fortificación de color alegre, es posible atrincherarse tras ella en caso de que el ágape se violente.
Jugosidad: Nos encontramos con un viejo amigo, el mazacote tentetieso que no importa por donde lo empujes, jamás se cae. La jugosidad era inexistente, se hacía algo dificil de tragar y de la densidad del producto ya hablamos, era tan alta que el pan gravitaba alrededor.
Sabor: Podría ser este un salvavidas pero no, la tortilla está, como mucho, normal. Además de los problemas previamente mencionados, la corteza (cuando hay corteza en una tortilla ya es mal augurio) era extremadamente gruesa (¿qué es esto, un coco?) y el resto podía ser seccionado en figuras volumétricas perfectas, ¡no se desmigaba ni un poquito! Habrá que dejarla para estudios de física.
Tamaño: En el plato era normal, pero su taruguez la hacía inabarcable, inmensa, casi épica.
Precio: Dos estrellas, un agua y dos tapas: 7.90€. Así a ojo 1.60-1.70€ bien valía, ainda por riba.
Otras observaciones: La REBANADA de pan que la acompañaba era también secota y tostadieja, fina a más no poder y ya un poco rascayú, cuando mueras que harás tú. Había vivido tiempos mucho mejores. Y muchos tiempos había vivido.

Y el veredicto es…

Nota final: La tortilla es sin duda como pasar una noche y un día, pero en el Sahara y comiendo polvorones. Densa, seca, regulera y ni el pan se salva (imperdonable). Una tortilla que yo no le ofrecería a mi madre pero que usaría para calzar una mesa (ojo que me crezco). Un poquito más de cuidado, de momento se va a llevar y porque me siento mal un 3.5/10
Lo mejor: Lo mejor que tiene la tortilla es este artículo. Y que al menos no lleva VENENO.
Lo peor: Pues me voy a quedar con un detalle insignificante pero que me toca mucho la fibra. EL PAN. No puedes poner PAN SECO. ¡Que cuesta cuatro duros, coño! Una tortilla seca y difícil de digerir por un precio nada barato. Esperemos que fuese un día horribilis de los encargados.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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Noche y Día Café está en la avenida Salvador de Madariaga número 66.

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