Café Bar Royse

En las sinuosas colinas que atraviesan Monelos, donde estos días de temporal se podía hacer rafting, se esconden terrazas, tortillas y tortillazas por las que vale enfrentarse la subida de Monelos. Nosotros, en horario matutino, nos tomamos un cafelito en el Café Bar Royse.

Lo que parece que también se ha llevado la borrasca o la glotonería del personal son las castañas, porque alguna semana de estas nos las hemos visto y deseado para encontrarlas. Y es que claro, entre tanto magosto y tantas ganas de quedarse en casa, no seremos nosotros los que lancemos la piedra de no haber ya degustado un par de veces y en distintos formatos este producto de temporada. Aunque para temporada larga la de los pobres jabalís que siguen vagando por la ciudad sin que parezca que nadie tome cartas en el asunto. Al final sí que va a haber que empadronarlos.

La visita de hoy, no os vamos a engañar, fue un segundo plato. Habíamos ido a un local que nos habían recomendado varias veces por Eirís y al no hallar tortilla en él nos fuimos dejando caer por las entrañas del Castrillón hasta que una cafetería hizo que nuestros ojos volvieran a brillar. Y una vez allí, motivados por una pareja que ni se había sentado aún y ya habían pedido dos tapas, nosotros hicimos lo propio.

Aspecto: Colorcito radiante y figura lanceolada, como el pan.
Jugosidad: Se intuía algo esponja y así era. Sin embargo, a pesar de que el mojeteo es poco, pasa fácil y se empuja blandita.
Sabor: Toque alegre de sal, huevo escandaloso de bueno y una patata a su servicio que se deshace en tu boca, no en tu tenedor. La mezcla casi se disuelve a medida que la saboreas. Muy muy rica, para tomarse un tiempo en degustarla.
Tamaño: Normal
Precio: 2€
Otras observaciones: El local está escondido pero vale la pena desviarse del camino. Tiene terraza interna y externa. Sitio tranquilo y con un servicio es estupendo.

Y el veredicto es…

Nota final: Una tortilla que sube el nivel de las cafeterías, casera y heterogénea en un local bien cómodo dentro del Castrillón. Además, tiene un precio que ya no estamos acostumbrados a ver. Deseando repetir en cuanto amaine el temporal, le vamos a dejar un 7,8/10
Lo mejor: Estando tan rica podríamos querer más tamaño pero la verdad es que el precio ya es bastante ajustado. Nos vamos a quedar con esa combinación, un buen precio para una tapa riquísima.
Lo peor: Nosotros que somos jugoseros, le pedimos un poco más de líquido.

Café Bar Royse está en la calle Vicente Aleixandre en el número 20

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