¿Es un subgénero tortillero la cafetería próxima a la estación de tren? ¿Llegan los hambrientos viajeros a San Cristóbal con la cantinela de las tortillas coruñesas y nada más poner pie en andén buscan una tapa? O, por el contrario, los estudiantes que emigran de la ciudad se toman una última torti antes de partir con lágrimas en los ojos a sus vidas universitarias con durísimas jornadas de estudio y absolutamente cero unidades de combinados alcohólicos consumidos en horas intempestivas. Hoy, en un nuevo episodio de esta búsqueda incesante de la verdad, visitamos un bar de toda la vida y más: el Café Bar América.
La manzana de la parada de bus de la estación es cuanto menos pintoresca. Ahora tenemos una detestable y esperamos próxima a desaparecer casa de apuestas, pero en su día creemos recordar que había ¿un karaoke? en unas escaleras que bajaban a un sótano. Menuda diferencia, la esfera del terror y la del amor. Además de eso y de las máquinas de vending («del bajón» como le llaman los jóvenes o al menos unos jóvenes que lo eran hace unos años) hay ni más menos que cuatro cafeterías y una parrillada, todas aglutinadas en esta manzana. Lo de esta ciudad es criminal.
Uno de los locales que hay, el Café Bar Estación, que está escondidito bajando unas escaleras, tiene unos menús del día con muy buena pinta. No tienen tortilla y por eso no aparecerá en nuestra página, pero cuando hemos ido nos han tratado muy bien, así que también os lo recomendamos. Y también tiene como no, recomendamos ese portal donde a falta de marquesina se sienta todo quisqui para esperar el bus. Queremos desde aquí hacer un sentido homenaje a los vecinos del inmueble que con una sonrisa de resignación llevan décadas sorteando individuos y maletas para acceder al edificio. Al igual que los bares, también contribuyen a crear comunidad. Bravo por ellos y ellas.
Aspecto: No es la tortilla más guapa que hemos visto. De pinta mortecina, con algún tostado y un huevo algo pálido. Hiede a cebolla. Justo cuando nos íbamos salía una nueva con mucha mejor pinta, más delgada y amarilla. Hay trenes que solo pasan una vez.
Jugosidad: Jugosea al despiste a pesar de ser una tortilla completamente hecha. Escapa al taruguismo.
Sabor: Muy cebollera, sal generosa y de sabor potente. La patata a trozo grande, el huevo francesero. Resiste al corte y pide rillar, aunque no demasiado. Mezcla adictiva, se hace rica. Buena para animar la mañana. Quizás un poco de aceitosidad.
Tamaño: Bastante bueno.
Precio: 2€, el precio estándar a estas alturas de la vida.
Otras observaciones: Buen servicio. Pan justo de tamaño pero alto de calidad.
Y el veredicto es…
Nota final: Para amantes a ultranza de la cebolla. Esta tortilla cafetera tiene personalidad y aporta su granito de arena a la larga tradición de tortillas ferrocarrileras. No es un producto gourmet ni falta que le hace, pero acompañará a una caña fresquita mientras esperas a la comida. Pasajeros, súbanse a este 6.4/10
Lo mejor: Escapa del taruguismo gracias a su tonelada de cebolla.
Lo peor: Le falta entidad, por ejemplo, con algo más de grosor. Y si no os gusta la cebolla, huid.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Café Bar América está en la calle Marqués de Figueroa en el número 7
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