Café Bar Uni

Acaba el año y ya veis que no nos hemos pasado a los callos, que seguimos fieles a una idea: la que pinta de amarillo los platos de los bares. A ellos les debemos mucho. En esta ciudad choqueira y juerguista los bares son religión y como tal tienen sus feligreses hasta el punto que gran cantidad de coruñeses acaban y empiezan el año en alguno de ellos. Y nosotros, que no hacemos ascos a casi ninguna comida, reivindicamos un año más los bares y tascas de siempre, que esconden en cada barrios los secretos milenarios de las mejores tapas. No podíamos acabar 2017 de otra manera: apostados en uno de ellos, el Café Bar Uni, despedimos un nuevo año.

Y es que sea para un café, para una celebración, para repasar unos apuntes, para conocer a alguien o para soltarle un carrete sobre tus problemas, para hacer tiempo, para oxigenarte, para llevar el buche, para apagar la sed o preguntar si se puede usar el baño, los bares son un pilar fundamental de la ciudad y de nuestro proyecto. La cultura popular que han generado hace que la mayoría de vuestras recomendaciones vayan por ese camino: de pocos restaurantes de postín nos avisáis y sin embargo caen tascas y bochinches como chuzos. Nosotros, como criaturas tabernarias que apreciamos un buen bar sencillo no podemos más que estar de acuerdo y agradecéroslo.

Poco más diremos en este finde del año mortecino. Entre la peluquería, buscar las últimas ropas, las uvas, la comida, las entradas del guateque, los planes, los deseos y propósitos del año nuevo… casi no queda tiempo para más. Os dejamos con la crítica de esa tortilla que nos sirvieron con tanto cariño como el que nosotros os profesamos y os deseamos a todos un 2018 que solo traiga cosas buenas o al menos, las máximas posibles. Nosotros salimos del 2017 bien contentos (en parte gracias a vosotros) y esperamos que vosotros también hayáis disfrutado de este año y de nuestra página. ¿Y para el 2018? Más y más y más y más y más tortillas ¿cómo iba a ser de otra manera?

Aspecto: Amarillo estrafalario, parece un pincho que se ha venido arriba y que apremia para que le hinquemos tenedor. Pinta clásica de bar.
Jugosidad: Peleona, hay que combatirla. Más esponjosa que jugosa, más compacta que suelta. Más que mojeteo deja trocitos.
Sabor: Esta tortilla aguerrida viene templada, con un sabor clásico, un toque de sal juguetón pero sobre todo muy, muy, muy sabrosa, de llamar la atención. Una parada obligada en la zona. Fácil sentirse como en casa degustándola.
Tamaño: El aspecto no era gigantesco pero sacia.
Precio: 1€ la tapa, 2€ la doble tapa, 4€ la media ración y la progresión geométrica ya imagináis por donde va. Pequeño tesoro a precio irrisorio.
Otras observaciones: Bar clásico y entrañable, con carta inmensa, pan correcto y un servicio de 10, de escándalo. Bravo por ellos.

Y el veredicto es…

Nota final: El Café Bar Uni cosecha fans por toda Coruña y eso era algo que nos llamaba la atención. Nos bastó con probarla: dudamos que haya una tortilla mejor por ese precio en la ciudad. Bebe de la escuela cabaneira de tortillas simples, sin alardes que confían todo a su sabor. No podía hacer otra cosa que no fuese entrar en el TOP10 con un 8.92/10.
Lo mejor: Un euro por una tortilla de casi sobresaliente. No se ve fácil.
Lo peor: Algo más de jugosidad sería clave.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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El Café Bar Uni está en la calle Vila de Carral en el número 24.