Bocalino

Seguimos en casita, tomándonoslo de tranquis, mejorando nuestas habilidades culinarias en la cocina y poniendo de nuestra parte para que la situación mejore para todxs. Eso no quita que echemos de menos los bares y recordemos aquellos días que recargábamos fuerzas a media mañana con una tapa que nos dejaba listos para otro combate: la de hoy fue así, una tortilla mañanera que degustamos en el Bocalino de Cordelería.

Otra recomendación que nos hicisteis y esta creemos que hace bastante, bastante tiempo. Hubo suerte, y más en esta época tan difícil, que el bar siguiera vivo y sirviendo tortilla cuando fuimos el otoño pasado. Es cierto que alguna vez nos pensamos que el Bocalino del que hablabais era ese de las pizzas al corte que abrieron en la calle de la Franja hace ya unos años y supuso una pequeña revolución para los lambones coruñeses. Nosotros, que además de tortilleros vamos detrás de la pizza como si fuéramos una tortuga ninja, nos parecía maravilloso que un local conjugase pizzas y tortillas para llevar.

Pero no, el Bocalino que nos referiais es un bar de toda la vida en la zona del Orzán, una zona que pese a la proliferación de locales de escasísima calidad y altos precios que han surgido en los últimos años (no vamos a poner nombre al mundillo coruñés o arteixán que los ha generado), aún mantiene como reductos galos algunos locales de toda la vida. La Flor del Jamón o la Hamburguesería Zun (trasladada desde la Franja precisamente, qué curioso) aguantan el tipo de una batalla que abandonaron para descansar locales que nos tenían enamorados como las casas de comidas Amsterdam o Santa Comba. Esperando que la pandemia no se lleve más de estos locales, hoy celebramos la tortilla bocalina y os contamos a qué nos supo.

Aspecto: Buena pinta, casera, trabajada y de buen tamaño. Se intuye de primeras algo pastosa. Con buen color. Una tortilla clásica para un ambiente clásico.
Jugosidad: En efecto, el interior es purecito de tortilla, una escuela que tiene no pocos seguidores. A nosotros nos gusta que se estire un poco más y se marque un bailecito con un huevo a medio cuajar. Con todo, pasa bien, sobre todo si la regamos con una cervecita.
Sabor: Mezcla correcta, patata fina y consistencia para morder y rillar. Bien de sal, homogénea de sabor y aguanta bien el paso de las horas. No encontramos nada que la haga destacar en exceso pero tampoco ningún defecto. Una tortilla más que recomendable para tomar a media mañana.
Tamaño: Bueno, alimenta y sacia.
Precio: 2€ y con oferta si se coge con café
Otras observaciones: Pan pequeño pero decente y servicio atento.

Y el veredicto es…

Nota final: Bien por el Bocalino y bien por vuestras sabrosas recomendaciones. La tortilla de este sitio es una tapa tradicional, sin alardes ni pretensiones, casera, rica y de buen tamaño. Difícil que a alguien le disguste y no consiga quitarle el hambre de una manera muy disfrutable. Le damos un 6.9/10, al borde del notable por algo que comentaremos abajo.
Lo mejor: Tortilla de tentempié, idónea para tomarse una tapita y olvidarse del hambre. Sabrosa.
Lo peor: Le resta alguna décima el sumarse al club de los dos euros, algo que ya estamos acostumbrados a ver cada vez más. Por lo demás, si alguien va con el pan preparado para mojar igual queda algo desilusionado.

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Bocalino está en la calle Cordelería en el número 38

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