Cafetería Estadio

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Sabéis de qué va este sábado ¿no? ¡Pues ya llevamos unos cuantos años con esta fecha apuntada en los calendarios! Hoy toca Noroeste de toda la vida, hoy toca bajar a la playa y buscar un buen sitio y aprovechar para escuchar buena música gratis y con unas vistas que ya quisieran otros. Cosas finas vio el arenal de Riazor: desde Status Quo a Modestia Aparte,  Los Suaves y The Cure, Joe Cocker y Siniestro Total, Toreros Muertos, New York Dolls, Raimundo Amador, The Hives, ¡El Consorcio y Raphael!, varias veces repitieron Los Planetas y Kiko Veneno y alguna que otra se asomaron productos de la tierra como Triángulo de Amor Bizarro o Combo Dinamo, ahí es nada.

Y ahora que la marea del Noroeste ha inundado toda la ciudad, llevamos una semanita fina con música en cada calle del centro (ojalá también en los barrios, pero xa chegará…). Esperamos que todo este tsunami no haya acabado con vuestras fuerzas y os queden ganas de echar unos bailes. Pensad en los que además de los conciertos han tenido que trabajar toda la semana y aún así van a mantener bien alto el listón en los bailoteos de Riazor de hoy. Para ello, como siempre, recomendamos coger fuerzas y frente a las Esclavas hay una Cafetería Estadio que también sirve para calentar la previa antes de ver jugar al Depor. Pero… ¿sirve realmente? Lo veremos.

Aspecto: De extraño color cercano al naranja (¿encendemos el colorant alert?), desde la caída en mesa se ve una realidad que se grita desde Marathón Inferior: TA-RU-GA-ZO.
Jugosidad: Y como buen tarugo necesita apoyo para bajar. Pan, líquido, un palo, una sopa, un amigo con los dedos largos.
Sabor: De sabor aún salvamos: un toque saladito curioso y relativamente tragable. Nos llama la atención lo absolutamente homogénea que es, no hay frontera entre el interior y el borde, que por cierto la cierra completamente.
Tamaño: No muy grande pero que resulta saciante.
Precio: 1.50€.
Otras observaciones: Pan gomoso y servicio aprobado justito si no hay mucho lío.

Y el veredicto es…

Nota final: No es una tortilla para programar en el escenario principal ni para ponerla en el 11. Regulera, regulera. Pero bueno, al final se deja comer y no es cara. Le vamos a dar un 5,5/10 y diagnosticamos que seguirá así per secula seculorum.
Lo mejor: Precio barato incluso en terraza.
Lo peor: La jugosidad, que se cayó del cartel.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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La Cafetería Estadio está en la calle Manuel Murguía en el número 2.

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