¿Habéis visto los videos que circulan estos días? Parece que un par de jabalíes se están paseando por la Sagrada Familia y Los Mallos. No hemos tenido la oportunidad de preguntarles si, al igual que nosotros, iban a buscar tortilleo, pero seguro que los clientes de la Cafetería Vanessa han agradecido que no se presentasen en el establecimiento.
El Vanessa es sin duda una cafetería producto de otro tiempo, sin dibujitos en la espuma del café ni batidos de frutas exóticas. Es más, el que suscribe estas líneas ya recuerda ir allí hace 30 años y tener exactamente el mismo aspecto: es posible que en vez de terraza tuviera unos grifos de Heineken pero seguían haciendo los mismos sandwiches mixtos. Que perdure como una cápsula del tiempo un sitio, con sus olores y sus pintas, sacado directamente de la infancia de muchos en la Coruña barrial, siempre es un motivo de regocijo para los seguimos viviendo por estos lares.
Pues en Los Mallos muchas cosas han cambiado en las últimas décadas pero afortunadamente parece que la gentrificación aún no lo ha devorado. Con orgullo pueden decir que son uno de los barrios donde más ha crecido la demanda de pisos de alquiler al haber mantenido unos alquileres asequibles. No especular con la vida de las personas viste más un barrio que unas escaleras mecánicas, una tienda de Loewe™ o un monumento cualquiera.
Y a nosotros, que lo que nos llena de orgullo es tortillear por cada rincón de la ciudad, no podíamos hacer otra cosa que rendir homenaje una vez más a este barrio y volver 30 años después a ver si la tortilla también «es producto de otro tiempo» o por el contrario está recién salida de la sartén. ¡A comer!
Aspecto: Bronceadita, emanando calor y pero reluciente. El borde de la tapa está fritito. La pinta nos convence.
Jugosidad: Permite cierto mojeteo de textura pegajosa por la textura de su huevo. La consistencia ofrece cierta resistencia al corte.
Sabor: Templadita, casera e increiblemente sabrosa. Aguanta bien las horas desde que se hizo. El huevo meloso abraza una patata bien trabajada. La sal está presente de manera juguetona en su justa medida.
Tamaño: No es malo pero podría ser algo más gruesa (aunque igual hace que perdiera magia). Su densidad la hace más saciante de lo esperado.
Precio: 1.50€, precio sin gentrificar.
Otras observaciones: El pan algo gomoso, el servicio de 10.
Y el veredicto es…
Nota final: La tortilla de cafetería siempre es un misterio. Normalmente es un tarugo que se hace para aguantar las horas, bien cuajadote y frío. En la Cafetería Vanessa encontramos algo distinto: una tapa trabajada, fina, consistente para no envejecer demasiado pronto pero sabrosísima y con cierta jugosidad. Se lleva un 8/10
Lo mejor: Podríamos hablar de muchas cosas pero vamos a señalar algo no muy común: un precio muy competitivo. Pagar euro y medio por una tortilla tan sabrosa es raro que se vea en Coruña.
Lo peor: Creemos que la jugosidad puede mejorar si se coge recien hecha así que vamos a decir que un poco más grande no nos vendría mal.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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La Cafetería Vanessa está en la Avenida de los Mallos en el número 23
Soy Marta,la que cocina,cada día,esas tortillas de mi cafetería,y quería daros las gracias,por vuestra crítica
Espero que volváis a pasaros a vernos!!
Mil gracias,excepto por una cosa: el local no está como antaño
Muchas gracias Marta! Es un local que nos trae muchos recuerdos pues ya íbamos allí hace 30 años. Si nos ha recordado demasiado a esa época discúlpanos que igual fue un ataque de nostalgia 😉