Ya está la aquí la primavera, dad saltos de alegría. O no muchos porque vista la meteorología igual en uno de esos saltos pisáis mal y resbaláis, que las calles cuando no están mojadas tienen una capa helada que pone fácil acabar en el suelo. Mucha primavera, mucha flor pero aquí por la mañana lo único que hay es un frío que pela. Nosotros para huir del frío, hacia el único que estamos brincando es a las sillas de los bares con calefacción, como las que hay en la Cervecería Paddock.
Vamos a intentar no ser pesimistas: cada vez se deja ver más el sol y esto invita a aprovechar las terrazas de la ciudad, un hecho que, como ya sabéis, esperamos con fruición cada año. Y también os hemos comentado otras veces que por la Avenida de Arteixo hay unas cuantas y por encima no muy lejos está ese parque de Vioño casi nuevo del trinque que se presta a pasear al perro, a correr por sus calles, a tirarse en el césped a hacer un picnic dominical o hasta a ver o jugar al fútbol en el campo del genio arteixán Arsenio Iglesias. Ahí es nada.
Así que el mensaje alentador a dar hoy es el siguiente: nos confraternizamos con los que sufrís alergias, con los frioleros que no ven que empiece a calentar el sol, los hidrófobos hasta las narices del chubasquero y toda la gente que tiene el bañador listo para estrenar. Ha sido un invierno duro y aún queda para que remontemos. Pero ya estamos ahí ahí: en nada terraceo, picnic, playa y demás. Consolémonos mientras tanto con las tortillas de interior (de bar).
Aspecto: Tercera edad de la tortilla. Color vetusto, gris, casi mortecino. Publicitada desde la barra como si fuera una tarta, al llegar a la mesa parece que será la tarta de la boda de Matusalén. De antaño, como la gente de principios del siglo pasado.
Jugosidad: Baja bien sin alardes, hay que reconocérselo.
Sabor: Acorde a su aspecto. Tortilla de corte añejo, fría de últimas horas, con más que posible huevina de calidad mediocre. Muy normalucha. Se deja comer pero ni enamora ni convence. Le falta sal y carisma. Alimenta, que no es poco, y ya está.
Tamaño: No demasiado grande. Por gruesa sacia y quita el hambre.
Precio: 1.90€
Otras observaciones: En el Paddock hay más variedad de tapas. El servicio es amable, el pan correcto y el local es grande y con una terraza igualmente grande. Sin quejas.
Y el veredicto es…
Nota final: Tiene fama el Paddock en la zona pero imaginamos no será por esta tortilla. Nosotros nos la hemos encontrado tiritando y desangelada, agonizando a la vez que este invierno. No pudimos abrigarla con más de un 4.4/10.
Lo mejor: Pasa por la garganta sin problema. Nada taruguer.
Lo peor: Ya hizo la mili, deja una sensación fría. Consuman producto fresco.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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La Cervecería Paddock está en la Carretera Baños de Arteixo en el número 111
