Que a las seis de la tarde ya sea medio de noche no parece que nos esté ayudando a sobrellevar este peculiar otoño. Tampoco estas temperaturas gélidas que invitan tan poco al paseo o no poder encontrarnos con nuestros allegados tanto como nos gustaría. No, parece que este noviembre no nos está poniendo las cosas fáciles. Pero también sabemos que cada día queda un día menos para poder volver a disfrutar de todo eso y en menos que canta un gallo estamos en bañador con un mojito en la mano haciendo una conga kilómetrica en alguna… ok, creo que nos hemos venido arriba. Pero seguro que pronto aprieta un poco más el calor y volvemos a disfrutar del terraceo, como este día que degustamos la tortilla de la Cervexaría Bahía.
As Lagoas es una zona bonita, pa qué engañarnos. Está el reloj más original del mundo, hay unas vistas espectaculares de la bahía coruñesa y sobre todo suponen ese punto en los paseos en los que la gente dice «bueno, igual deberíamos ir volviendo». Eso para los valientes, que muchos habrá que ya hayan pronunciado esas palabras en la Domus ¡o incluso en la fuente de los Surfistas!. Nosotros con este frío no los censuramos y os recomendamos que os abriguéis hasta las orejas. Que igual no os pilla el coronavirus pero os quedais pajaritos. Eso sí, cuando empiece a calentar algo, os recomendamos no quedaros en As Lagoas y llegar al menos hasta la Torre de Hércules y recorrer sus sinuosos caminos. Y si os quedan ganas de feria podéis acercaros hasta Adormideras que los Menhires de la paz y el Cementerio Musulmán son dos cosas bien curiosas de ver.
No nos subvenciona el Consorcio de Turismo, como mucho lo haría Scottex por la cantidad de rollos que soltamos, pero mira, que una de las actividades nuevas que se pueden realizar en este otoño pandémico son gymkhanas de paseos y tortillas para llevar. ¡Igual surge un nuevo deporte de esto!
Aspecto: Pero el deporte que manejamos y en el que estamos federados desde hace 7 años es el del papeo sin contemplaciones. ¿Cómo es la tortilla del Bahía? Pues fina cual papel de fumar, casi dan ganas de doblarla a ver si hacemos una tapa. Bonita, pero escuálida. Chica, come algo que estás en los huesos.
Jugosidad: Fácil de tragar, un poco trabadita en la mezcla y, aunque no moja demasiado, resulta ligera.
Sabor: Es un concepto que ya hemos manejado más veces y esta tortilla nos lo recuerda: la tapa bahiana no pasa de ser una francesa hormonada. De sabor está muy sabrosa, el huevo es muy rico, tiene un toque salado y la patata se hace notar. Quizás no es fresca del todo pero mantiene el tipo bastante bien.
Tamaño: Escueta y rácana. Por favor, no escatiméis en estas cosas.
Precio: 1.70€
Otras observaciones: Fabulosa terraza espaciosa donde se reunen los biciclistas como nosotros que deciden que As Lagoas ya es hora de ir volviendo. Buen servicio, pan a juego con la tapa.
Y el veredicto es…
Nota final: Cada vez que ponemos pegas al precio de una tortilla recordamos donde está el coste: en su mano de obra. Sí que es cierto que unos buenos huevos valen su precio y la patata también hay que cuidar su variedad, pero nada comparado con pelar patata, freirla, mezclar con el huevo, cocinarla en su punto justo… eso es lo que verdaderamente vale. Por eso, no entendemos que esta tapa sea tan fina, salvo que sea por una querencia personal. Nos ha gustado pero nos ha dejado a medio calentar: le damos un escueto también 6/10.
Lo mejor: Aguanta bien el paso de las horas.
Lo peor: Lo hemos dicho por activa y por pasiva: queremos tortilla, no filloas.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
A Cervexaría Bahía está no Paseo Marítimo, 9 Bajo.