No os vamos a engañar: nos estábamos tomando unas pequeñas vacaciones del tortilleo. Tanto deglutir y rajar de tapas cansa a cualquiera y nosotros estábamos tomándonos un pequeño descanso para poder volver con más fuerza. Sin embargo, al parecer hay un pequeño bicho por ahí suelto que hace que tengamos que estar todos en casa y ya que estábamos aquí hemos recordado que teníamos alguna crítica pendiente por sacar y… bueno, que pensamos en contaros a qué sabe la tortilla de La Tradicional para que os peguéis un buen desayuno en cuanto se acabe esta cuarentena.
Es cierto que no sabemos cuanto va a durar esto. Pero lo que sí sabemos es hacer de la necesidad virtud y aprovechar el encierro para hacer todo aquello que fuimos posponiendo indefinidamente por falta de tiempo o ganas: que si vernos todas las temporadas de Médico de Familia otra vez, que si llamar a aquel amigo de juventud con el que hace 6 años que vamos posponiendo un café, que si vamos a revisar el armario porque igual hay cosas que ya pasaron de moda en el 1813… Que no nos olvidemos que de todos los sitios donde podíamos estar encerrados, nuestra propia casa, nuestra guarida, es probablemente el mejor. Y que además esto es algo temporal, si la peleamos un poco juntxs y nos protegemos en nada estamos llenando las terrazas y acabando con las tortillas de las barras.
Dentro de un tiempo, cuando todo esto pase y la crítica de la Tradicional permanezca aquí, esta entradilla sonará a ciencia ficción. Lo recordaremos con más o menos pesar, lo exageraremos para hacernos los valientes o llevaremos la lección aprendida de los errores que podamos haber cometido. Pero todo quedará atrás y esto parecerá una historieta de abuelo. Mientras tanto queda aguantar un poquito. Ánimo a todos aquellos a los que esto se les está haciendo duro, a los que tienen que salir a trabajar para curarnos en los hospitales o para vendernos comida o para controlar que la gente haga lo que debe y sobre todo ánimo a todos aquellos a los que despiden de sus trabajos y tienen que sumar una preocupación más al quedarse en casa. Seguro que entre todos encontramos la forma de que dentro de un tiempo todo vuelva a la normalidad, sin dejar a nadie atrás. Por último queda recordar algo importante: si necesitais ayuda, estáis solos, enfermos o sois una persona mayor podéis llamar al 010 y hay un equipo de 500 voluntarios en A Coruña que está listo para ayudaros. Que este mensaje circule para que llegue a todxs los que lo necesiten.
Pero basta ya de hablar del monotema, que tanto volver a lo mismo acaba por hacer que entre el hambre (y cuidado no salgamos de esto pesando 15 kilos más cada uno). Nosotros hoy nos vamos a hacer una tortilla para cenar pero… ¿nos saldrá igual que aquella de La Tradicional? Veremos.
Aspecto: Optamos por visitarlo de mañana y nos presentaron la tortilla como parte del desayuno en una tablita. Bravo por ellos. La tortilla luce piel cobriza con alguna mancha tostada (aunque de pinta apetitosa), superficie rugosa y de cuelgue fritito. Tocha y casera ¿La verdad? Seduce.
Jugosidad: Se hace pastosita, imprescindible que no baile sola y lo haga acompañada de un buen líquido, aunque sea un café.
Sabor: Suave, sin mucha sal, una patata bien endeble y muy degustable, un huevo que le anda a la zaga y una mezcla entre ambos bien orquestada. Le haría falta un punch que le hiciera ganar algún puntito más pero al final está bien rica, va de menos a más. Se notan los ingredientes de calidad.
Tamaño: Al llegar con ese panazo (de panadería, high quality) nos pareció más grande, pero luego al apartarlo de su lado ya quedó más pequeña. No es gigante pero acaba saciando por su textura en boca.
Precio: Pensábamos que cobrarían bastante pero nada de eso. 3.50€ por la tortilla, un café con leche y un zumo. Sobre decir que le preguntamos a la camarera si se había equivocado de lo barato que nos pareció.
Otras observaciones: No es un restaurante este establecimiento, es más bien una cafetería/panadería, pero de comida saben un rato. Asan lacones, tienen platos preparados para llevar y unas empanadas de mezclas originales pero deliciosas. Normal que siempre esté a reventar. Recomendado para desayunos pero también para tomarse una caña. El servicio es de 10, amable, diligente y atento pero bien viene tener un poco de paciencia por la cantidad de gente que hay en el local. Además de todo ponen bizcochito junto al café y chupito de zumo.
Y el veredicto es…
Nota final: Le hemos dado en varias categorías notas muy altas a esta tortilla de panadería/cafetería y la verdad es que lo merece. El sitio nos encanta, el servicio es excepcional y dudamos que una tortilla de desayuno pueda sacar una nota mejor o ser tan versátil como la que nos ocupa. Le quedan un par de cosas que puede mejorar y podría llegar sin mucho problema si no a entrar en el TOP a quedarse muy cerca. De momento se lleva un merecido 7,9/10
Lo mejor: Pues nos quedamos con la presentación, que es algo que pocas veces nos sorprende y aquí lo hizo.
Lo peor: Aunque sabemos que el pincho desayunero no suele ser muy jugoso, nos hubiera gustavo un poco más de jogo bonito con el huevo líquido.
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La Tradicional está en la Ronda de Outeiro en el número 145
