Cualquiera que ame y sufra Coruña sabe que no cabe ni un coche más. Que no, que no insistais. Que no entra. Porque a este paraíso (o infierno) de dobles filas, de coches montados en aceras, de parques invadidos, hemos tenido que hacerle agujeros por todas partes para construir parkings subterraneos (y llenar los bolsillos de unos pocos suertudos) donde meter más coches. Porque la ciudad es la que es y donde no cabe no se puede meter. Que no os digo yo que no dé gustito pilotar por la tercera ronda y ver como atardece o darse una vuelta por el paseo para ver toda la bahía. ¡A ver quien es el guapo que sube a la Zapateira a pie! Incluso al Monte de San Pedro, aunque haya muchos que suban en coche no precisamente a ver las vistas.
No vamos a negar que en A Coruña hay enclaves donde el coche es recomendable, pero lo que es sitio para aparcar… vosotros me diréis. Que hay coches a los que les han tenido que cambiar el aceite tres veces de las vueltas que dan buscando sitio en Los Mallos. O que han tenido que pagar una hipoteca para aparcarlo por el centro. Nosotros, de buen comer, también somos comodones y nos gusta ir sobre cuatro ruedas, pero visto lo visto estamos intentando caminar un poquito más o coger el bus, aunque sea para bajar esas tapas de tortilla que en invierno se hacen fuertes en los laterales de la tripa. Y así, además de contaminar algo menos y dejar algún sitio más libre, vamos mejorando un tipito que lucir. Y cuando acabemos, podremos mirar con cara de reproche a toda esa chavalada que se saca el carnet de conducir en la Segunda Fase de Elviña, desde esta cafetería Noche y Día II desde donde tortilleamos una vez.
Aspecto: Morenita, muchachita, duele perder a quien se quiere amar. Meh.
Jugosidad: Algo vetusta de corte y mordisco. No demasiado jugosa.
Sabor: Buena huevina, decente de sabor sin reseñar y un punto normal de sal. Trabadita al mascar y con jirones. Mejor de lo esperado.
Tamaño: Suficientemente grande como para no haber queja.
Precio: Zumo y tapa fueron tres cucas, le calculamos por tanto alrededor de 1.50€
Otras observaciones: Nada que reseñar. Decente servicio.
Y el veredicto es…
Nota final: Nos hubiera gustado que saliera sobre ruedas, pero fue algo de baratillo. No está mala esta tortilla pero no entrará en los anales (con perdón) de la historia. Y ahora, a caminar para bajar este 5,4/10, que falta hace.
Lo mejor: No es cara.
Lo peor: No dice nada y nosotros nos merecemos más.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
La Cafetería Noche y Día II está en la calle Bugallal Marchesi en el número 18.