Pues ya estamos de nuevo de Navidad. Panxoliñas, brindis, luces en la calle y una vez más que nos preguntamos qué papel juega la tortilla en todo esto. Cenas pantagruélicas, turrones y mazapanes, restos del día anterior y mucho frío para saltar a la calle a colonizar bares se lo ponen difícil al tapeo de costumbre. Y pese a todo, cuando llegan estas fechas, el consumo de tortillas se dispara. Nosotros tenemos clara la razón: ni en navidad ni en ningún otro momento vamos a renunciar a la tortilla. Esto no quiere decir que no lo compatibilicemos con el resto de comidas navideñas, pero si, por ejemplo, nos surge la oportunidad de ir a probar como la montan en O’ Remo, pues sea Navidad, Nochevieja o el día de la Marmota a nosotros nos da igual.
Y es que… ¿quién no queda con los amigos en la previa de Nochebuena y le pega un envite a la tortilla que le vigila coqueta desde la barra? ¿En qué casa no dejan hecha una tortilla reluciente para los teenagers fiesteros que vuelven a las tantas en fin de año? Y en las cenas de navidad de empresa, con los amigos, con las emigrados que retornan… ¿en cuantas mesas no acaba brotando una tortilla entre el sinfín de raciones que se piden?
O’ Remo es un sitio mítico y misterioso que parece sacado de un cuento de navidad. La primera referencia que tuvimos fue la de El Hematocrítico en twitter donde dijo que era la mejor de Coruña, afirmación que nos obligaba a comprobarlo más tarde o más temprano. Intentamos ir varias veces pero este bar huidizo siempre estaba lleno o tenía la puerta cerrada (o directamente las primeras veces ni lo encontramos). Al final lo logramos. Os dejamos con nuestra crítica navideña en esa saga en la que ya han aparecido otras tortillas mágicas (por ejemplo la del Cabanas) y os deseamos de paso dos cosas de todo corazón: la primera es unas inmejorables fiestas en compañía de vuestros queridos y queridas y la segunda es que para abrir la primera botella de champán, hoy ganemos el derbi. Felices festas e Forza Depor!
Aspecto: No sabemos si de pasarela Cibeles pero sí por lo menos para caminar fardona por la Marina y derretir los helados de la Italiana. Tortilla preciosista, coqueta, de buen color y bordes refinados. Se aprecia el esmero con el que fue engarzada. Y cuando la cortamos… ese huevo jugoso es como el diente de oro de las galerías. Una maravilla, una topmodel.
Jugosidad: Está un punto de cuaje por encima de las típicas betanceiras. En nuestro paladar particular lo agradecemos. Conserva sin embargo el mismo espíritu de una tortilla hiperjugosa.
Sabor: Nada más llegar nos preguntaron si querríamos tortilla para ir preparándola. Eso es señal de que la elaboración del plato es minuciosa y como tal el resultado tiene muchas papeletas para estar a la altura. No nos equivocábamos, sin dejar de ser natural la tortilla de O Remo es un producto bien labrado y carismático. Patata laminada fina, de justa fritura y bella factura. Huevo caserísimo y baboso que mancha plato y consistencia de la tortilla bien sellada con un interior explosivo. Fina y bailona, de sabor potente y adictivo, quedoso en boca. Buena tortilla, de lo más preciada y juguetona.
Tamaño: Muy buen tamaño. Sacia.
Precio: 14€. Es algo superior a lo estándar para la tortilla pero que es absolutamente aceptables para la alta calidad del plato.
Actualización: A marzo de 2022 ha subido el precio hasta los 16€
Otras observaciones: Bar minúsculo, mítico. Carta pequeña pero variada en carnes. Servicio bueno y pan fresco y casero. El resto de platos también son muy sabrosos.
Y el veredicto es…
Nota final: La de O’Remo es una de las mejores tortillas que se pueden degustar en A Coruña. Punto. Es imprescindible para todo aquel que le guste saborear este plato y acudir a este sitio debe ser cita obligada para todos ellos al menos una vez en la vida. Contad el secreto a vuestros seres más queridos: en este rincón escondido de la ciudad, hay una tortilla de premio que levanta vítores. Un 9.25/10.
Lo mejor: Todo. Una imprescindible.
Lo peor: 14€ no son caros. Si fuesen menos era de 10.
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El Restaurante O’ Remo está en el Paseo de la Dársena en el número 2.
Habrá que probarla pues.