Debido al motivo-que-no-debe-ser-nombrado, por toda Coruña las terrazas se han quitado los remilgos y se han puesto cómodas. Plazas de aparcamiento de coches, plazas de aparcamiento de personas, parques y aceras, ninguna se ha librado de una ampliación de las terrazas permitida por el concello para intentar que exista la distancia que los tiempos requieren entre mesa y mesa. Un ejemplo bien amplio de una plaza conquistada es, valga la redundancia, el Plaza 53.
De sobra sabéis que a nosotros una terraza nos hace el culo cocacola zero. No se nos puede acusar de eso. Pero también nos gusta pasear, sentarnos en un banco, pasar por la acera sin tener que chocarnos con las sillas y en definitiva realizar muchas actividades en el espacio público para las que no tenemos que gastar dinero. Por otro lado, también hemos comprobado que muchos locales no han usado el espacio «extra» que les ha regalado el concello (y que es de todos) para poner más distancia entre mesas si no para poner más mesas. Con lo cual, el sacrificio es de la ciudadanía de Coruña que renuncia a estos espacios pero el beneficio es solo de un particular, que para más inri ni siquiera cumple las normas de aforo o distancia mínima. Pues contentas estamos.
No decimos con esto que sea el caso del Plaza 53, que por lo que hemos visto mantiene buena distancia entre las mesas. Pero si que creemos que hay mucho «listo» que se ha aprovechado de la coyuntura y poco interés por parte de quien sea responsable para controlar esta situación. Sí, sabemos que volvemos a ser unos quejicas, pero es que por mucho que nos guste la tortilla y sentarnos en una mesa con los queridos a divagar durante horas, creemos que no se puede hipotecar el espacio público y la salud de las personas para que otras quieran ganar un extra de dinero. Seamos responsables.
Aspecto: Probablemente se cayó en la marmita del colorante. Un poco pobre en general.
Jugosidad: El borde fritito, la huevina melosa, maneja un mínimo baile que hace que se escape por la mínima de la categoría taruguera.
Sabor: La huevina es de escasa calidad, la patata está blandita y la mezcla tiene un aire que no sabemos descifrar. Igual hay que cambiar más a menudo el aceite. Puede tener un pase pero tira a fabricada en serie.
Tamaño: Tamaño justito por el precio que tiene.
Precio: 2-2.30€, menuda exageración.
Otras observaciones: Pan decente. El servicio no tanto.
Y el veredicto es…
Nota final: No nos vale. La tortilla del Plaza 53 es una tortilla pobre y lo que le rodea no ayuda. Habría alcanzado un aprobado si hubiese sido más barata pero entre su excesivo precio, que la calidad no abunda y que tiene toques raros que no podemos descifrar… Preferimos la plaza con niños jugando a la pelota y le damos entre los tres palos un 3.9/10
Lo mejor: Matar no mata
Lo peor: El precio es una burla.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Plaza53 está en la plaza del Centro Comercial Cuatro Caminos