Adega O Canizo

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Vuelven las jornadas a Riazor y vuelve ese horario también tan vermutero de los domingos a las 12 de la mañana. Sí, que mañana toca «madrugar» para ver al equipo. Sé que para los más juerguistas esto es un incordio (a menos que quieran hacer previa desde la noche anterior) pero lo que a es nosotros no nos importa nadita. Vamos a defender un poco la jornada matutina del fin de semana.

Mientras que un lunes o un domingo tardío impiden por motivos laborales ir a mucha gente, un sábado a las 4 vas con la comida en el buche y eso de jugar a la 13.00 te obliga al bocadillo sin excusa cuando no hay nada mejor que una comida a lo grande de fin de semana, un domingo a las 12 es una hora muy aconsejable. Uno puede hacer el esfuerzo de despertarse a las 10 de la mañana, desayunar algo, acicalarse, encarar al estadio y una vez llegado allí da tiempo a tomarse dos vermús, dos vinos, dos cañitas o dos aguas del tiempo que no es imprescindible beber para cualquier evento deportivo, contrario a la creencia popular. Si el bar es generoso: unos callos para hacer cama. ¿Si no lo es? Dos bolsas de pipas para matar el gusanillo y acabar con los morros como longanizas.

Después a Riazor: dos horitas de ver fútbol de leyenda y al salir (a las 14.00) aún queda exactamente media hora para ir a casa o, en una decisión muy recomendable, buscar un sitio donde comer con los amigos y montar un tercer tiempo donde comentar el match. Nosotros somos muy de eso, de dejar el coche en casa y comer con calma con los demás deportivistas y no retirarnos hasta que no hayamos acabado de arreglar el equipo. Pues con vistas a que podáis comer cerca del estadio una tortilla como Dios manda, os traemos una que a nosotros nos encantó. Adelante con la crítica.

Aspecto: Preciosa, así os la mostramos. Huevo rabiante que se desparrame y color vivo.


Jugosidad: Ya lo advierten al empezar: «aquí la hacemos jugosa». Y no mienten, la tortilla es ultra jugosa, el huevo que queda en el plato permite altas cotas de mojeteo. Casi como mojar en la yema de un huevo frito.
Sabor: El huevo perfecto, la patata no muy hecha blandita. Reminiscencias betanceiras y sobre todo increiblemente sabrosa. Se nota que los ingredientes son de altísima calidad. Como pega mínima echamos en falta un punch de sal que la redondease.
Tamaño: Apropiado de gourmet. No excesivamente grande pero que sin embargo sacia muchísimo más de lo que parece.
Precio: Opciones para toda la familia: tapa 2,5, tortilla pequeña 7€ y 12€ la mediana. A 10€ ya sería un bombazo.
Otras observaciones:  Tienen una variante llamada «la de O Canizo» que tiene pimientos y chorizo. También ofrecen tortilla francesa. El local es una tasca de toda la vida, el servicio es inmejorable y el pan es bueno. Además tienen opciones para celíacos. Así dejamos el plato (antes del mojeteo último).

Y el veredicto es…

Nota final: A estas alturas del partido ya hay que afinar mucho con las notas. La experiencia de O Canido ha sido brutal y se lleva, merecidamente, un 8,73/10 que la hace ir directa el TOP10.
Lo mejor: Mucho que destacar pero nos quedamos con ese mojeteo de huevo casero.
Lo peor: Pena del toquecito de sal. A 10€ llegaría al sobresaliente.

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La Adega O’Canizo está en la calle María Luisa Durán Marquina en el número 7.

Actualización 11/11/18: De los bares que más nos ha dolido que nos privasen de su tortilla, de las mejores de A Coruña y apta para celíacos. Pues sí, desafortunadamente la Adega O Canizo nos ha dejado y se ha llevado todas sus riquísimas raciones. Las echaremos de menos.

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