Mucho hablar de la tortilla como plato autóctono y que sublima en Coruña pero aquí del pulpo no se dijo ni mú. Y no será porque no es un condado propicio. Por mucho que se varee que las grandes pulpeiras están en la Galicia de interior, esta ciudad la riegan también ríos de aguas rosas que circulan desde el Melide de Ronda de Outeiro hasta el Fiuza de San Amaro y que nos hacen suspirar en cuanto vemos tablillas circulares de madera como las que luce esta Pulpeira Riazor. Porque lo bueno del pulpo es que está bueno hasta cuando ya no queda, cuando arrancamos un buen trozo de pan de bolla y vamos a mojetear los restos del aceite y pimentón que quedan en el plato. Prohibitivo el mezclarlo con agua, tambien lo avisamos.
¿Es acaso posible un matrimonio entre el pulpo y la tortilla? Pues como mínimo habría que intentarlo, no hay que ser cobarde. Yo creo que una tortilla de patata cocida en agua de pulpo con trozos de pulpo de por medio debe ser algo que por definición mal no puede saber. ¿Alguno se anima a intentarlo y nos lo cuenta? Si no, también, unas pocas de sobras de pulpo (¿cuándo ha sobrado?) a la plancha, pueden funcionar bien dentro de una tortillita francesa. Ya veis que aquí somos de aprovechar (y de comer). Con este espíritu innovador fuimos entonces a la Pulpeira de Riazor, que sin duda habrán catado hordas y hordas de aficionados visitantes que además de llevarse el lujo de ver jugar al Deportivo, pues se llevaron unas raciones de pulpo entre pecho y espalda. Y si cuadró, tortilla también.
Aspecto: De primeras es algo oscurita. En el corte que se muestra se ve que babea un poco y asoma buena patata. No salienta por demasiado huevo pero no tiene mala cara.
Jugosidad: Apoya lo previsto en el punto anterior: podría estar más jugosa. Sin embargo, la jugosidad que tiene es contenida. Hecha y cuajada pero no cuesta demasiado de tragar.
Sabor: La clara jugada tortillil, pedir una entera significa que está recien hecha, calentita, solo faltaría. Esta además estaba hecha con esmero y cuidado, tenía quizás algo más de bordecito de lo deseable (sin llegar a crujir) y no estaba mala. Eso sí, tampoco llamaba la atención. Una tortilla correcta para acompañar a otros platos más especiales.
Tamaño: Generoso.
Precio: Precio estándar de 10€. Por el buen tamaño no se hacia cara.
Otras observaciones: Buen servicio, tienen más raciones, claro.
Y el veredicto es…
Nota final: Pues teníamos en mente alguna otra pulpeira que hacía tortillas estupendas y esta, sin estar mala, no nos ha llamado la atención. No especialmente barata. Esta tortilla rica pero normalucha se queda en un 6/10.
Lo mejor: Buena idea para acompañar otras raciones si vamos en grupo, tiene un buen tamaño.
Lo peor: Una tortilla más. La pediríamos sin pretensiones sabiendo que no va a fallar.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
La Pulpeira Riazor está en la calle Manuel Murguía en el número 8.