Cafetería Madison

Madison
La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Parece que se van disipando las nubes del horizonte. Igual son solo las ganas que teníamos pero hasta adivinamos algún rayo de sol que se refleja en las calles y se refleja en, sí, por fin, nuestras queridas terrazas. Porque si hay algo que echamos de menos los tortillers en el invierno duro es el terraceo. Y un sitio donde agarró bien esta práctica es la recta de la Avenida de Arteixo desde el cruce con Ronda de Outeiro dirección Marineda, en Os Mallos. Y una de las que brotaron para que pudieramos practicarla es esta Cafetería Madison.

No es fácil la supervivencia de las terrazas. En esta ciudad del viento es más útil un paraguas que una sombrilla y aún cuando no llueve o hace viento a veces parece que el fresquibiri invita más que a pisar la acera a buscar refugio dentro del bar en cuestión. Para enfrentarse a esto han nacido distintos apaños para que los coruñeses finjan tomar sus refrigerios al aire, todos ellos reinventando la picaresca del entrepeneur. El primero es la terraza metida dentro de una tienda de campaña. Está fuera del bar, sí, pero el aire de la calle apenas ni te roza porque estás dentro de un tenderete de plástico en el que tienes un hueco abierto en forma de puerta para entrar y salir. Uno no sabe si está pidiendo para comer o preparando una incursión a las trincheras enemigas

La otra solución es, si cabe, aún más ingeniosa. Hablamos por supuesto la terraza dentro del bar, que básicamente es una zona del bar a la que le han chimpado una pared y da a la calle. Terraza, terraza no es, como mucho porche. Pero bueno, los fumadores no se quejan de ello aunque dudamos de la legalidad del asunto. Eso sí, en cualquiera de las dos hay poca posibilidad de ponerse moreno. A nosotros, mientras esperamos a que al menos llegue la primavera, bien nos valen y por eso nos fuimos a la tienda de campaña de la Cafetería Madison para degustar esta tortilla que os traemos.

Aspecto: Taruga, para qué engañarnos. Tortilla cafetera de toda la vida, con un toque naranjita que hace soñar. Sin problemas.
Jugosidad: Como era de esperar, un poco tentetiesa y densa. La escasez de huevo hace que costase arrancar un poco cada pedazo: utilizamos el tenedor de manera aguerrida. Perfecta para cortar en cuadraditos, algo muy agradecido cuando hay que compartir entre varios.
Sabor: Nos ofrecieron calentarla y por una vez, qué diablos, dijimos que sí. Lo hicieron muy bien y la recalentaron solo hasta el punto justo. En cuanto a sabor notamos un toquecito salado y una patata muy sabrosa cortada a trozos grandes. Tortilla de patrón, de vigilar desde la barra de la cafetería y que a pesar de tener unas horas se bajaba muy bien.
Tamaño: No excesivamente grande pero pesa y quita el hambre.
Precio: Creemos que entre 1.80 y 2€. Algo cara.
Otras observaciones: El día que fuimos no tenían mucha variedad: solo tortilla y ensaladilla, dando pincho gratuito de esta última. Tienen bocadillos, sandwiches, hamburguesas y los domingos callos. El servicio es excepcional aunque el pan algo blandurri se queda en un aprobado. Además tiene, como comentamos, terraza cubierta.

Y el veredicto es…

Nota final: No es que la del Madison sea una tortilla excepcional pero cumple su cometido y sabe bien. Agradará más a los amantes de la tortilla hecha y del poco huevo. Al resto, simplemente, les servirá. Nosotros le dejamos un 6.2/10.
Lo mejor: Su sabor, una tortilla sin pretensiones que no disgusta.
Lo peor: El precio. Acercarse a los 2€ nos parece exagerado.

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La Cafetería Madison está en la Avenida de Arteixo en el número 103.

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