Llega el otoño, arrancan las obras de la Intermodal y con ellas se instalan de manera silenciosa durante la jornada laboral un comando especializado de jubiletas a vigilar las obras desde la avenida de la Sardiñeira. No están solos, les acompañamos nosotros, que hacemos una incursión a la zona de la estación para ver si hay tortillas por las que valga la pena venir en AVE. Hoy, la de la Cafetería Islas Malvinas.
Hay paradas de autobús más famosas que otras. Tenemos la de San Andrés del círculo de Artesanos, con sus soportales. Tenemos la de Cuatro Caminos donde puedes echar la Primitiva. Y sí, tenemos también la de la estación de tren desde la que coger esos buses que doman la Ronda de Outeiro como si cabalgasen una serpiente gigantesca. Al calor de esta parada, como ya hemos comentado otras veces, han brotado distintos bares con sus respectivas tortillas y casi todos de larga duración. Desafortunadamente, la casa de apuestas está entre ellos, pero no esperéis que entremos allí ni para pedir un vaso de agua.
Con una salvedad: nos ha abandonado en este tiempo, con cierta tristeza, el clásico Café Bar Estación, con su nombre escrito en la pared, para dejar paso a un tal Sr. Empanadas. No nos pidáis crítica de él que ya nos queda fuera de nuestra jurisdicción pero igual os interesa saberlo. El que sí que aguanta desde tiempos inmemoriales despachando desayunos a los viajeros es este que nos ocupa. Os contamos a qué sabe.
Aspecto: De pinta mortecina, se ve la patata desde fuera como si fuera una tarta de piña. Cuanto menos curioso.
Jugosidad: Esponjosea pero pasa fácil, paluegando un poco pero haciendo valer su blanda estructura. Quizás alguna aridez eventual pero nada, lo clásico cafetero.
Sabor: Con lo caro que está el aceite y aquí lo que viene escaso es el huevo. Viene recalentada sin que esto afecte negativamente a un sabor bien tasquero, con sal ajustada y patata sabrosa. Eso sí, venid preparados para pelear cada corte.
Tamaño: Se hace de buen tamaño y además sacia.
Precio: 2 euretes.
Otras observaciones: Cafetería pura, como a nosotros nos gusta. Muy buen servicio y pan abundante aunque un poco perro.
Y el veredicto es…
Nota final: Tortilla de escuela cafetera y buenas calidades, de lo mejorcito para asegurarse de un viaje en tren sin que rujan las tripas. No resalta en nada en particular pero se hace muy palatable. Va bien de pincho, para amantes de la patata y el huevo mínimo. Nosotros picamos el billete y nos dirigimos al andén con la nota de esta tortilla, un 6,8/10
Lo mejor: Sin fallos evidentes, que no es fácil conseguirlo.
Lo peor: Echarle un huevito más a la sartén y dejar que cuaje un poco menos nunca le hizo daño a nadie.
La Cafetería Islas Malvinas está en la calle Marqués de Figueroa en el número 3