A las coruñesas y coruñeses nos gustan los obeliscos, eso es así. Sea el tradicional de los Cantones, ese que se usa fundamentalmente para quedar con la peñita o sea el nuevo (nuevo de aquella manera, que ya tiene telarañas), ese que ilumina una urbanización que no es de las más bonitas que hay en Coruña todo sea dicho. Este último tiene un nombre, Milenium, como el local que hoy nos ocupa, que nos retrotrae a la fiebre del 2000 y ya suena un poco viejuno. Entre ambos obeliscos lo que también hay son una morea de bares y en ellos algo que nos gusta aún más que los monumentos en forma de pirulo: las tortillas.
Y no en la zona del Obelisco, sino en la del Ventorrillo hay un área en el que se ha formado un pequeño submundo dedicado a la salud. Frente al centro de salud del Ventorrillo (y su ahora desactivado covid-auto anexo por el que la mayoría hemos pasado) están las mutuas donde se hacen los reconocimientos médicos de media población, alguna que otra clínica especializada y algún gimnasio donde esculpirse bien rocoso. Si además de rocoso estás un poco motorizado, tampoco te faltarán talleres por la zona y gasolineras baratas donde poner a punto la maquinaria.
Nuestra única gasolina, sin embargo, es la tortilla. Por eso, cuando nos enteramos de que para recuperar fuerzas tras el reconocimiento médico había una cafetería cercana en la que podríamos recuperarnos de los mililitros de sangre perdidos en el análisis hincándole el diente a esta tapa, pues allá fuimos. Por cuidar la salud y que no nos dé un tabardillo, ¿eh? Solo por eso.
Aspecto: Se ve trabadona, casera y de color algo feote. No es la más hermosa, pero esperamos que nos gane por el estómago.
Jugosidad: Pasa muy fácil, pero no busquéis líquido. Porosita.
Sabor: Era algo probable y así se dio: hacerla coincidir con un reconocimiento nos regaló una tortilla desayunera recién hecha de la sartén, bien calentita. De fácil quiebre, la patata blandita se va desatando entre los jirones de un huevo que no está nada mal. Entre este juego tenemos una tortilla que se desmonta con facilidad a cada tenedorazo. Tiene unos dejes del aceite en el que reconocemos una cebolla ausente del plato, pero presente en esencia.
Tamaño: Bueno y saciante
Precio: 2.50€
Otras observaciones: Pan OK. Servicio atento.
Y el veredicto es…
Nota final: La fama le precedía y la verdad es que esta tortilla milenaria no está nada mal. Tortilla cafetera con especial atención para evitar los típicos defectos, de buen sabor, ingredientes delicados y regusto persistente. Quizás nuestras expectativas fueran esperando un TOP10, quizás dejada reposar gane algún entero. Lo que está claro es que sigue siendo apta para trabajar y los resultados del análisis determinan que se lleva un 7,1/10
Lo mejor: Idónea tortilla de desayuno, se cuida de tener defectos y alimenta.
Lo peor: Le falta un punch para ser un notable con creces. ¿Quizás algo de mojeteo?
La Cafetería Restaurante Milenium está en la avenida de Finisterre en el número 265D