No era poca la fama que precedía a este bar/cafetería de Federico Tapia 63 ni tampoco era poca nuestra hambre. En ocasiones acompañamos nuestras rutas tortilleras (de comer tortilla, se entiende) de afamados artistas locales, en esta ocasión nos dió también su opinión un importante diseñador gráfico de la ciudad que ha querido mantenerse en el anonimato. Pero contad con que esta crítica se hace desde un punto de vista culinario y artístico. ¿Cómo se os queda el cuerpo?
Aspecto: Aunque ya lo hemos visto en otros locales, podríamos catalogarlo de innovador. Esto consiste en estructurar la tapa, en vez de como el clásico triángulo, en varios trozos cortados y amontonados entre sí y montados en un plato de barquita. Como idea no nos disgusta, aún clásicos sabemos apreciar los esfuerzos por innovar, pero el aspecto de la barquita hace que dificulte un poco la ingesta. El diseñador se mostró contrariado por esto.
Jugosidad: Más que jugosa, esponjosa. Es otra escuela distinta a la hora de cuajar las tortillas que aunque quizás no es nuestra preferida siempre la respetaremos.
Sabor: Muy bueno, muy muy bueno y esto aún teniendo en cuenta que nos colaron un golazo de chorizo (algo cada vez más común) que a algunos paladares puede echar para atrás. Sin embargo, aun para alguien que no le guste el chorizo, hace falta decir que no había demasiado y que el leve regusto que dejaba era del todo satisfactorio.
Tamaño: Es muy engañosa la disposición de los elementos pero para nada era una tapa pequeña. Tampoco especialmente abundante. Digamos que estándar.
Precio: Euro y mitad por degustar este manjar.
Otras observaciones: Nada que objetar: buen servicio, bar cómodo, limpio y eficiente.
Y el veredicto es…
Nota final: Venga, que baile este 7.9/10 para la cafetería Siroco. Quedan ganas de volver.
Lo mejor: Su sabor hace que sea un sitio donde apetezca pararse. Muy rica.
Lo peor: Será que no somos diestros y certeros con el uso de cubiertos pero agradeceríamos más espacio vital para maniobrar. La barquita está muy bonita pero aquí venimos a papar. Si un diseñador no defiende en esta concesión, yo desde luego no lo haré.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
Cafetería Siroco está en la calle Federico Tapia número 63.
Valorais el Siroco con 7’9 y el Manila con 8’9 . La tortilla es la misma, la hace la misma cocinera , asi que supongo que la critica la hace un paladar diferente. Mientras en Manila alabáis el cachito de chorizo caído del cielo, aquí decis que os lo cuelan. Es una tortilla fantástica!!
¡Pues hasta te voy a decir que lo sabíamos! Además son muy parecidas. La verdad no recordamos quien hizo cada crítica pero es probable que fuesen dos personas distintas. Además de eso muchas veces depende del tiempo que lleve desde que salió de la sartén, de los trozos más grandes o más pequeños ¡o incluso del hambre que llevemos! ¡no hay dos iguales nunca!
Muchas gracias por tu mensaje!