Casa Tato

Puede que en Compostela saquen pecho cada año xacobeo por la cantidad de peregrinos que llegan a la ciudad pero en este 2021 que se cierra en Coruña tambien ha habido un templo al que hemos acudido casi todos una o varias veces. Hablamos del Expocoruña, claro, donde no recibimos la sagrada forma si no la esperada vacuna que poco a poco nos va arrimando a recuperar nuestra vida anterior. Y pegado a ese Expocoruña de donde salimos todos este año con una sonrisa de oreja a oreja, está Casa Tato.

Y es que el protocolo de vacunación tuvo sus daños colaterales. Eso de que citasen a mucha gente por fecha de nacimiento hizo que se reencontrasen promociones que no se veían desde que se inventó la escoba. Algunx aprovechó la mascarilla para subírsela un poco más y que no lo reconocieran pero muchxs otrxs, con la alegría del momento histórico y antes de que empezasen los efectos secundarios, decidieron ir a celebrarlo nada más salir a los bares de la zona. Las colas de estos locales casi no tenían que envidiar a las de la vacunación.

Lo reconocemos: nosotros no regamos inmediatamente en alcohol la alegría por la primera dosis, pero sí que echamos un ojo y vimos que alguno de los bares de los aledaños servía alguna tortilla que merecía la pena un tiento. Para la segunda dosis ya sí que no se nos escapó y a la que quedó un barril libre en Casa Tato allí apoyamos codo dispuestos a catar. Afortunadamente y tras consultarlo con las autoridades tortilleras podemos confirmaroslo: no hay que espaciar 1 mes entre cada toma de tortilla.

Aspecto: Se ve ancianita y cobriza, con un borde frito y áspero.
Jugosidad: No se hace taruguera aunque no brilla por su jugosidad. Una tortilla castellana, recia y que aún así se traga bien.
Sabor: Tortilla patatera, de tubérculo blandito en láminas gruesas y alto cuaje. Quizás un pelito aceitosilla por momentos. Puede que tenga un quejido lejano de cebolla, pero no estamos seguros. El huevo tampoco está mal, aunque no descartamos que sea huevina. Está buena, nos ha gustado.
Tamaño: Bastante bien de tamaño.
Precio: Dos monedas de la divisa conocida como «euro».
Otras observaciones: En este bar de tapas viejuners (corazón en salsa, lengua, hígado o oreja son algunas de sus opciones) también tienen la costumbre de antaño de poner un pincho gratis y encima de tortilla. El pan, como podéis ver, era más grande que la propia tapa y el servicio fue bueno.

Y el veredicto es…

Nota final: La de Tato es una tortilla que se acostumbra a ver más allá de Pedrafita. Cuaje sin contemplaciones, patata grande y borde bien hecho. No es tan popular por estas lindes pero es posible que haga las delicias de todos los haters del betanceo. Nosotros os la recomendamos, después de la vacuna o en cualquier momento que tengais que pasaros por Someso. Se lleva un 6,7/10.
Lo mejor: Tortilla correcta si te gusta el cuaje.
Lo peor: Si no… no es tu sitio. Tambien cabe reseñar que a pesar de ser una tortilla que está buena no destaca en ninguna categoría. Es, como decíamos, correcta sin excesos como el trato de un vallisoletano.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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Casa Tato está en la calle Mendaña de Neyra en el número 4

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