Decididamente no está el tiempo para terracear. Ahora mismo en A Coruña es más fácil que te caiga un árbol encima que un pincho gratis en un local del centro y por eso, responsable el equipo de Aún Pillas Tortillas está recluido en casa bajo nueve mantas hasta que Noé vea una palomita con una rama de olivo. Eso no nos impide echar la vista atrás y recordar que hace no mucho decidimos cruzar el Puente del Pasaje y comprobar si allende los mares también hay tortillas sabrosas. Los barcos salían bien pero… ¿qué comerían esos fornidos estibadores para aguantar su jornada laboral? Nos acercamos a Ferrol a investigarlo en El Canario.
Uno se piensa que ir a comer tortilla hasta Ferrol es pasarse de frenada. Y es que teniendo Betanzos a medio camino puede que la mayoría de la gente se quedase allí armado con una cuchara para saciar el apetito. Sin embargo han sido tantas las alabanzas y piropos que hemos escuchado sobre las tortillas de la zona, que vencimos los cantos de sirena betanceiros y conseguimos no salirnos en la autopista. Si que es cierto que, sin querer señalar culpables, algunos de los recuerdos de los que procedían estas recomendaciones se remontaban prácticamente a la tierna infancia y la salida del colegio con la consecuente trampa de la nostalgia presente. Otros hablaban de otros locales abiertos a horas intempestivas, que corrían el riesgo de haber sido parte de ensoñaciones, de no haber ocurrido tal y como se juraba o quizás de haberlas catado con un paladar algo corrupto por el cansancio y el consumo de espirituosos. Fuera como fuese, bajo amenaza de cancelar amistades, era obligatorio que acabáramos acercándonos a ver si era cierto lo que nos contaban.
La del Canario es una de esas recomendaciones. Fantaseamos con que un pájaro amarillo saludase con su cantar a todo el que entrase por la puerta pero no, la razón de su nombre es que deben estar relacionados de alguna manera con las Islas Afortunadas. Prueba de ello es el mojo con el que lo impregnan todo. Pero todo, todo. Pero no nos adelantemos, venga, a criticar.
Aspecto: No es espectacular pero ya avisa de que guarda francesas. Esbelta a lo franchute y con un color llamativo.
Jugosidad: Finita, trabada y jugosa. Hecha pero no pasada. El mojo también ayuda.
Sabor: Ya os contamos que todas las tortillas van acompañadas de una salsa rojiza que los habituales del lugar denominan mojo. ¿Y cómo sabe el resultado? Espectacular. De tasca, afrancesada pero con reaños. La patata impecable, el huevo de 10. Trato blandito, la salsa acompaña para darle un toque salado y hacen una comunión especial. Una tortilla por la que venir a Ferrol.
Tamaño: Un buen trozo.
Precio: 1.50€ la media.
Otras observaciones: No deja de llegar gente al bar para llevarse sus tortillas, sea en bocata o enteras. El servicio los despacha rápido. Buen y abundante pan.
Y el veredicto es…
Nota final: Que nos cuenten el secreto de esta tortilla porque no todo está en la salsa. Una tortilla algo feocha, delgadita, de tez rugosa y que parece hecha a trozos… de repente en la boca se convierte en un manjar. Y la guinda del mojo es solo la coronación a una tapa que bebe directamente de las mejores tradiciones tasqueras, más preocupadas por el sabor que por el punto exacto del cuaje. Muy buen precio, muy buen tamaño, es una pena que no entre a concurso porque este canario se lleva un 8,6/10
Lo mejor: Su versatilidad. Sola está buenísima, con la salsa es diferente y también está buenísima. Apostamos a que en bocata tres cuartos de lo mismo. Pocas pueden decir eso.
Lo peor: Por poner pegas, a la gente afín a la tortilla más gruesa y carnosa esta le puede dejar mordiendo el aire. Algo más de altura estaría bien pero… ¿se perdería su magia? No lo sabemos
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Canario está en la calle Cuntis en el número 10, en Ferrol
Me alegro de que os acercarais a mi tierra. A los ferrolanos esa tortilla (sobre todo en bocata aunque el pan es muy muy mejorable) nos encanta. Mi duda siempre era si es una buena tortilla o si me influían los recuerdos de toda la vida. Ahora veo que no, que es una tortilla buena.
Y aprovecho para otra recomendación ferrolana… probad la tortilla del Zahara. De nada.