A cualquiera que la universidad le haya rondado la cabeza en Coruña hace una década aproximadamente, la mera mención de la Plaza del Humor seguro que le llena los ojos de lágrimas. A la masa estudiantil, borracha y dinamitera, que se juntaba allí sin perdonar una cita del finde quizás la lágrima le cuaje la nostalgia. A los pobres y sufridos vecinos que tuvieron que aguantar tanta algarabía pues igual se le empañan los ojos de terror. Afortunadamente su situación ha cambiado y ahora pueden dormir tranquilamente. ¡Menos mal! ¿Y los estudiantes? ¿Acaso han decidido dedicar las noches de los jueves a hacer papiroflexia, a escribir ensayo, a criar tórtolas? No. Como aves migratorias se han ido llevando su música a otras partes y siguen danzando y divirtiéndose que para eso son jóvenes y pizpiretos. ¡Bien por ellos también! La buena marcha de una ciudad depende de la buena gestión de la colisión de hobbies y necesidades. No sabemos a donde se van las oscuras golondrinas ni a donde se dirigió la juventud, pero si cogió camino de Plaza de España y los fabulosos locales de Montealto, seguro que pasaron por delante de este Techito de la calle Mercado e igual le dieron un tiento a su tortilla, como sí hicimos nosotros.
Aspecto: Normalita, densita, amarilla. Nada malo pero tampoco nada reseñable. No puede ser más estándar. ¿Es guapa? Bueno, es muy simpática.
Jugosidad: Cuaje severo. No deja lugar al baile de líquido. La jugosidad brilla por su ausencia.
Sabor: Normal, comible. Nada del otro mundo. Tampoco duele.
Tamaño: Pequeña a la vista pero a la hora de comer nos costó acabarla. Mágica.
Precio: Baratos 1.40€
Otras observaciones: Bastantes más opciones para comer en este local que jubiló al mítico Mono Paco. El trozo gigante de pan era muy bueno.
Y el veredicto es…
Nota final: Típica tortilla cafetera, barata y saciante. Se lleva un 6,5/10 porque no es para nada una mala opción. Nos quedaron ganas de probar más cosas.
Lo mejor: Hungerkiller, te quita el hambre y el sentío.
Lo peor: Seca.
El Techito está en la calle Mercado en el número 4.
Actualización 06/09/17: El techito tocó techo y cerró sus puertas y con él una tortilla que no estaba nada mal. Esperamos que el hueco que deja en el Campo da Leña (y en nuestros estómagos) pronto lo rellene una tortilla aún mejor si cabe.