A mí de pequeño me vinieron con el rumor de que los tequeños los habíamos inventado aquí. No niego que como coruñés orgulloso me gustó conocer este dato, sobre todo siendo una ciudad de la que cuesta a veces decir «qué es típico en gastronomía que no haya mejor en otro sitio». Ahora diría que la tortilla, claro. Pero con lo del tequeño me dio opción a contarle a todas las amistades que algo teníamos originario. Lamentablemente cualquier búsqueda en internet desmonta esta teoría y muestra que los orígenes del plato están más bien en Venezuela o por las Islas Canarias. Aprovecho el espacio que me otorga esta plataforma para pedir perdón a toda la gente a la que les he colado, sin querer, esta bola. Sin embargo, sí que es cierto un punto ¿qué diriais que es típico de A Coruña a los forasteros que vienen a visitar la ciudad? De primero la tortilla del Cabanas. Luego también el Pulpo de O Fiuza, los bocadillos del Rogelio o de calamares en el Copa Cabana, heladitos en la Colón, las pizzas del Enzo o las Lasañas del Il Toco o todo ello en la Favola, las carnes del Charrúa, las hamburguesas del Tío Dani, el raxo de La Taberna del Arriero y los cocodrilos de A Troula, meriendas con churros de El Timón, las puntillas del Rivera 2, la carne asada de A Penela, la empanada en O Pendello, el jamón en la Leonesa, de tapas modernas en el Cúrcuma y un churrasquito en Parrillada La Estancia para cerrar boca. ¿Os llega? Ok, ok, quizás no hayamos inventado nada aquí, pero seguro que lo hemos perfeccionado. ¿Habrán hecho lo mismo en el bar El Tequeño con la tortilla? Pues ahora lo sabréis.
Aspecto: Tosco, rudimentario. No engaña a nadie, en el mismo caer en la mesa ya se ve que no es una tortilla que se haga con delicadeza. Lleva escrita la palabra TARUGO en cada centímetro de piel. Se ve mondongo duro.
Jugosidad: Y efectivamente y sí, esto no había Dios que lo bajase. El día que «disfrutamos» de esta tapa tuvimos la suerte de que solo quedasen dos unidades para cuatro y hubiera que compartirla. Entre dos personas tuvimos que ayudarnos a la deglución pendientes de que el otro no se ahogase y tuviéramos que hacerle la maniobra Heimlich. ¿Jugosidad? Cero.
Sabor: Pastosa, homogénea. De tiraje vetusto, con varias horas encima pero al menos tibia. Algo hay que rascarle: no estaba mal del todo, pero este mazacotillo tentetieso no se salvaba por mucho que el sabor fuese aceptable.
Tamaño: Ayudada por su consistencia impenetrable, hubiera servido a gusto para alimentar a una familia de cuatro integrantes.
Precio: 1.50€
Otras observaciones: El pan justo y necesario, no se estiraron. El servicio normal.
Y el veredicto es…
Nota final: Pedí perdón al principio por el bulo del tequeño en A Coruña y quizás El Tequeño debería también pedir perdón por esta tapa. O bueno, no seamos exagerados, intentar mejorar un poco su jugosidad. Hasta entonces, y sin más ánimo que intenten buscar la excelencia en este plato y así poder unirse a la lista de sitios que recomendamos, les dejamos un 4,3/10. Mejor pedir un tequeño o un pasticho.
Lo mejor: Lo mejor es pedir esta tapa y olvidarte de comer hasta la próxima hibernación.
Lo peor: No baja ni pidiéndoselo por favor.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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El Tequeño está en la plaza de María Pita en el número 21.
