Finisterrae

Las vistas que tiene el Finisterrae, donde hoy catamos tortilla, son un escaparate. El cielo, la Torre de Hércules, los cuatro millones de coches aparcados cuando tiene partidos la chavalada en los campos de fútbol. La cárcel que no recuperamos ni rezándole a la Virgen del Rosario. El mar. Así es Coruña, hasta la postal más idílica tiene su esquina rota.

En este terremoto emocional que estamos viviendo, entre un abril playero en un planeta sobrecalentado y unos candidatos y candidatas en las próximas elecciones que lanzan promesas al aire como si estuvieran haciendo la lista de los Reyes Magos, cuesta un poco a veces no verse abrumado. No, el verano no está aquí aún y los alquileres siguen por las nubes. Habrá que esperar un poco más para ello.

Lo que sí tenemos a golpe de mano, para endulzar la espera, es una nueva cata en la ciudad. Nos hemos ido hasta los confines de esta península para, poco antes de darnos de bruces con ese que dicen es el faro romano más antiguo en funcionamiento, arrastrarnos hasta una cafetería/restaurante de grandes cristaleras y amplia terraza. ¿Está mi hogar «donde se acaba el mar»? No, donde hay una tortilla.

Aspecto: Es tarugón, sí. Buena altura y buen color. Se ve potente.
Jugosidad: Y se ve jugoso también, pero es un poco espejismo. Densota, algo quedosa en boca y agradece un líquido como compañía. Hay que rañar.
Sabor: Viene calentica, tortilla cafetera de toda la vida de sabor prestoso. Desmigaja una patata blanda y bastante fina que baila con un huevo melosito. La sal no es exagerada. Hay que defenderla de las gaviotas (tenemos pendiente contaros una experiencia con esto) pero en conjunto es disfrutable.
Tamaño: Bueno y además saciante. Quita el hambre.
Precio: 2.25€
Otras observaciones: El pan algo escaso, el servicio es bueno y el local es grande. Sobra decirlo, pero no es mala ni la zona ni la terraza.

Y el veredicto es…

Nota final: La del Finisterrae es una tortilla normal, competente. Sabe bien, es algo taruguera como es costumbre en la tradicional escuela de la tortilla cafetera y no tiene fallos gordos. Eso sí, para amantes de la hechura. Nosotros, que agradecemos que no se hayan pasado con el precio gracias a su localización, le dejamos un merecido 6,4/10
Lo mejor: Te arregla una merienda
Lo peor: Un poco más de huevo líquido por favor

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