En pleno Matogrande, en la calle Luciano Yordi de Carricarte, la cafetería Galeón nos tiene pinta de pertenecer a la cadena que tantas y tantas veces nos dió de comer con resultados infaustos en Santiago de Compostela. Y digo infaustos no por malos, si no porque siempre que íbamos allí solíamos hacer la comanda con el estómago hambriento y la prometedora noche de fiesta tenía un invitado que batallaba contra nosotros. Este era el empacho que teníamos tras tamañas paparotas homéricas que nos pergeñábamos, con platos combinados imposibles que mezclaban tantas partes del cerdo que podríamos haber montado uno entre todos.
Pero no venimos a hablar aquí de ese bacon que abrazábamos con las croquetas, nos hemos hecho mayores y nos hemos dado a un amor castizo y maduro como la tortilla de patatas, con su mendrugo, con su vino, con la añoranza de los tiempos que han pasado: por primera vez entramos en un Galeón sin bolsas de Gadis repletas de botellas de escasísima calidad. Y así nos fue.
Aspecto: Nos encantan las parvadas y lo del plato triangular nos ha molao. La tortilla así de cara era un poco mazacotilla, pero cuajadota a simple vista. Mucho lucía el plato.
Jugosidad: Normal, decente, no era espectacular. El jugoso pan que la acompañaba ayudó a bajarla, que aunque lo hizo sin necesitar apoyo, se tomó su tiempo.
Sabor: Sin estridencias pero sin alardes. Para cuando hay que llenar buche y pides una tapa de tres.
Precio: 1.70€ que hacían de esta una de las tapas más baratas de la carta.
Tamaño: Recomendable, se hacía lustroso sin saciar.
Otras observaciones: Buen servicio, día hostil en el que fuimos y un pan pese a todo bien sabroso. Ganas quedaron de probar las hamburguesas, bocadillos, platos combinados y demás fauna del menú.
Y el veredicto es…
Nota final: Que se lo tenemos dicho cienes y cienes de vez. No suele haber las mejores tortillas en los sitios que mucho abarcan y esta, siendo sabrosa y no excesivamente cara, no llama la atención. Pero tampoco tiene fallos achacables: ¡leve las anclas del Galeón este 5.8/10 y que nos lleve la siesta post-comida!
Lo mejor: Una tapa que le gustará a todos.
Lo peor: Si cuando pides una tortilla esperas algo de magia, ese detalle, ese puntito que te emocione, ésta te va a dejar algo frío. Solo para tortilleros ocasionales.
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Cafetería Galeón está en la calle María Puga Cerdido número 5.
