También es ley de vida, sí. Viejas tortillas, manos callosas de cocineros y cocineras que baten con brío el huevo, pinches que pelan patatas y un patrón que mantiene la cantina y lucha porque su tortilla sea reconocida entre los paladares más selectos de la zona, para que salga en esta página. También es ley de vida que el día menos pensado el cocinero, el pinche, el patrón y la decoración rústica pero elegante del garito se vayan a tomar por saco y dejen un solar vacío. Que ocupará un nuevo local tortillero, claro. No es exactamente lo que pasó esta vez pero de las cenizas de aquella Cafetería Nueva Hacienda y sus tortillas de bollería industrial renacieron cuales huevos de ave fénix las tortillas del Terracota Grill.
Muy poca fe le tenemos a los bares de pijunis del Ensanche, para qué engañarnos. Y eso que más de una vez nos han dado con la realidad en toda la cara y nos hemos tenido que tragar nuestras palabras a la vez que nos tragábamos una de sus deliciosas tapas de tortilla. Pero tanto terraceo… tanto niño llamado Cayetano o Borja… tanto perrito con abrigo perruno de Gucci… yo que sé. No parece terreno abonado para que el pueblo coruñés descubra un tapón de escándalo. Quién sabe.
Entre duda y duda y recuerdos infaustos de aquella Hacienda, en épocas en que estaréis rezando a sabe Dios qué santo para que la declaración de la renta salga a devolver, intentamos aprovechar la terraza del Terracota no para tomar nada al grill si no para cuajar huevo y patata. Lo logramos y lo compartimos con vosotros igual que esperamos que compartáis al menos unas cañas vosotros si os sale mucho a devolver de la declaración.
Aspecto: El plato muy bonito, muy elegante y modelno. La tortilla más tosca. Gruesaza
Jugosidad: La temperatura del huevo lo pone algo complicado pero acaba por bajar.
Sabor: Tortilla de domingo: sabes que te toca fría sí o sí. Se olvidaron de echarle sal y cortaron las patatas a gajo grande. El huevo no está mal pero el conjunto en general deja mal cuerpo. Tacto gomoso.
Tamaño: No demasiado grande en extensión pero algo imponente por bruta. Se hace amplia pero no necesariamente para bien.
Precio: 2.10€ pa ponerlos a bailar.
Otras observaciones: Un buen anaco de pan absolutamente cortezo de la cosecha del 2012. La terraza muy chula eso sí. El servicio tampoco va mal.
Y el veredicto es…
Nota final: El mendrugo acabó de matarlo. Este Terracota no mejora en exceso los registros tortilleros que calzaba la Nueva Hacienda. Le vamos a dar un 4.4/10 pero la verdad es que no es muy salvable el asunto. Esperemos la próxima reencarnación.
Lo mejor: Que si tienes problemas de tensión puedes estar absolutamente tranquilo con esta tortilla.
Lo peor: La sabrosa conjunción de cobrarte más de dos eurazos y ponerte un trozo de pan que no le darías ni a un niño feo para que se callase.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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Terracota Grill está en la calle Emilia Pardo Bazán en el número 18 izquierda
