Qué fácil es pasarnos la vida yendo a sitios que nos recomendáis. Bares por los que habéis ido y habéis catado y ya sabéis que atesoran tortillas de una calidad sublime, apta para nuestros paladares aterciopelados. Qué fácil es ir detrás de vosotros en la segunda linea de combate a confirmar lo que ya nos decíais: que ahí se jala tremendo de perito, neno. Pero no siempre es así.
En el mundo tortillero hay que arremangarse también y adentrarse a los avernos a probar las peores tortillas para poder valorar luego correctamente las buenas. Y a veces los avernos están llenos de tiendas de ropa. Normalmente hay pocas cosas más dramáticas que comer en un centro comercial: cafeterías carísimas, agobio de gente comprando, comida de contingencia… Aún hay algo peor: comer en una franquicia de comida de un centro comercial. Y aún hay algo que sobrepasa todo atrevimiento: pedir tortilla allí.
Pues eso hicimos amigos, temerarios y locos pedimos un montadito de tortilla en el 100 Montaditos. Lo que viene es una tragicomedia en varios actos en la que demostramos nuestro amor kamikaze a la causa y el masoquismo que a veces parece que nos agrada.
Aspecto: Ya conocíamos el soporte «100 montaditos» pero no nos esperábamos esa disposición mariscaliana de la tortilla. Como una almorrana: incómoda, saliente y fea. Qué mente privilegiada de la comunicación ha pensado que nos podría engañar con ese dibujo táctico de los elementos. Cual tangram desordenado.
Jugosidad: Nada. Prefabricada es poco. Se podría cortar con un cortafiambres y no descarto que lo hayan hecho. Próximamente en sus supermercados de confianza: fiambre de tortilla.
Sabor: Fría, con cebolla, contraste con un pan muy calentito. Mal sabor. Un bloque, blando, pero bloque. Casi da pena que ensucie el pan. Ha habido plantones en el altar por mucho menos que el sabor de esta tortilla.
Tamaño: Querellable. Como tres monedas de cincuenta de grande. Más éxitos que suma.
Precio: Un euro que jamás pensé que podría hacerse tan caro. Y tan largo.
Otras observaciones: Lo mejor es el pan y viene más precocinado que los chavales que entraban en Baroque. El resto, para el que le guste el rollo 100 montaditos. Esto implica entre otras cosas el selfservice, las mesas pequeñas e inventarte nombres para que los recite el pobre camarero.
Y el veredicto es…
Nota final: Esta maravillosa tortilla no puede tener otra nota que 1.8/10. Quítenla de la carta. Háganse un favor. Si no lo hacen, las generaciones futuras mirarán hacia otro lado cuando alguien recuerde los horrores de este montadito. Algunos sentirán vergüenza y otros sed de venganza.
Lo mejor: Lo mejor, dice. Estamos ante la peor tortilla de A Coruña hasta el momento. Lo mejor es este premio que le estamos dando, lo mejor es que se equivoquen y te pongan otro montadito cualquiera.
Lo peor: Es un insulto para todos los amantes de la tortilla. Nos sentimos aún bastante ofendidos y queremos exigir responsabilidades civiles ¿Algún abogado en la sala?
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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100 Montaditos (Marineda City) está en la Carretera de Baños de Arteixo número 43.
