Asistimos impertérritos a un fenómeno inaudito en la ciudad. El resto de ciudades gallegas vienen espetándonoslo con fuerza como síntoma, erróneo, de que A Coruña no mola tanto. «Es que no ponéis pincho con la consumición». Is qui ni pinis pinchi quin li quinsimicín. Pero así es. Di tú que en otras ciudades gallegas no conocen el significado de «tapa»: o te ponen un pincho gratuito o te cascan una señora ración pero aquí de estirarse y sacar algo caliente al personal por la patilla, mucho hay que aprender. Di tú que a nosotros nos facilita el trabajo: si pusieran pinchos gratis no podríamos evaluarlos (¿cómo valorar y un regalo?) y por ello Aún Pillas Tortillas no puede existir en ningún otro lugar del mundo que aquí donde descansa Gerión. Pero dicho esto, a todos nos gusta el picoteo, y para que negarlo, si es gratis mejor.
El 2016 y cierta irrupción de bares modernitos trajo como consecuencia un pequeño germen que empieza a crecer y polinizar otras plantas: ni una ni dos ni tres veces hemos llegado a un bar en el que nos han puesto un pincho o tapa gratis. Y no solo los consabidos callos vermuteros, también hay paella, fideuá, tortilla, crema de verduras, canapés, embutidos, huevos con patatas, croquetas y otros mil platos que dejan en ridículo a las cicateras aceitunas, patatillas o frutos secos de compromiso. ¡Hasta las aceitunas que ponen ahora son PREMIUM! El último paso ya es que te permitan escoger, como en este A Esquiniña II, en el que conviven los pinchos gratis con las raciones (o media ración) como esta tortilla que nos cascamos.
Aspecto: Buena apertura en el flanco, al ser media ración era media tortilla. Imponente. Algo bronceadita a lo mal pero se perdona.
Jugosidad: Algo tostada/quemada por fuera pero de interior jugoso. Buena diferenciación. Baja bien.
Sabor: Caliente por recién hecha, muy sabrosa pero quizás mejor para compartir entre 4 o más. La sal tenía un buen punto y la patata estaba esmagadita. Se diferencia bastante del pincho que ponen gratis. Pero aprueba.
Tamaño: Media ración, grande.
Precio: 4€ que compensan si tienes hambre.
Otras observaciones: Pan de sobra y decente, el servicio es correcto y el local es grande. Y lo de los pinchos, claro.
Y el veredicto es…
Nota final: El fin primitivo de comer es quitar el hambre. Eso es así. Cuando en un sitio nos quitan el hambre sin clavarnos a la vez una daga, ese sitio nos gusta. Eso es así. Y si encima tienen una tortilla sabrosa, pues es un sitio al que le damos buena nota. Por más tiempo de pinchos gratis y tortillas, un 7,3/10 a la tortilla de la Esquiniña.
Lo mejor: Barato y grande. Y encima pinchos.
Lo peor: Si fuera como la que ponen de pincho subiría enteros. Esta es algo más de zafarrancho con un borde más cochifrito.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
A Esquiniña II está en la calle Salvador de Madariaga en el número 52.
Actualización 19/11/18: Se acabaron los pinchos con la consumición: el Esquiniña chapó y nos quedamos sin sus tortillas. Descanse en paz.