San Agustín Coffee Shop

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Dicen de San Agustín que es el patrón de los cerveceros y nosotros ante esto nos quedamos un poco con el culo torcido. ¿No tendría más sentido que fuera, yo que sé, San Miguel, que dónde va triunfa? ¿O Santo Tomás – qué tomás – una caña por favor? ¿San Cubas Tadeo? ¿San Patricio? Y para los que tienen que conducir ¿Santa Clara? Después de esta lamentable ronda relámpago de chistes bochornosos para la especie humana vamos a lo que toca, el tortilleo. El Mercado de San Agustín ha tenido que presenciar fiestas y borracheras. No hace tanto, hordas universitarias sitiaban la pequeña plaza para pesadilla de los vecinos y dejaban a alguno de los dibujos del suelo medio borrado y al pobre Cunqueiro o Castelao con una botella (vacía) de 100 Pipers bajo el sobaco o incluso sin nariz. Que ya hay que ser burro para cargarse un trozo de granito. Seguro que a más de uno de esos jóvenes los visitó el gatipedro de la fuente alguna noche de esas e hizo que se mearan en la cama. Además de eso, el mercado de San Agustín, que aguanta como puede el paso del tiempo, se vio rodeado de algunas tascas que también resistieron el ímpetu juvenil de la zona. Ahora ya sin jóvenes o al menos encaminados hacia sitios de menos molestar, parece que la plaza respira aliviada y vuelve a convertirse en un lugar plácido para los vecinos que quieren descansar. Allí nos plantamos para ir a este San Agustín Coffee Shop, jurando que hay otra cafetería San Agustín algo más arriba (y más tradicional) y deseando que nos siente mejor el refrigerio que a los chavales que poblaban la plaza. Y si no, a rezar a San Francisco de Anís (perdón, es la última).

Aspecto: Se asoma tímida en el plato. No es tarugón y lo celebramos. Coqueta, con algún melanoma, aceptable.
Jugosidad: Algo correosita por la edad pero relativamente jugosa. No tendrá queja ni costará de pasar.
Sabor: Fina y sabrosa, hecha con cuidado y con una patata muy bien laminada. Se echa de menos haberla cogido antes porque tenía que estar mejor seguro.
Tamaño: Tamaño estándar que consigue tapar el hambre.
Precio: Calculamos que se acerca a los 2€, algo cara.
Otras observaciones: Muy buen servicio, amigable y atento.

Y el veredicto es…

Nota final: No sabemos si San Agustín era tortillero pero nos parió una plaza que nos gusta mucho. Solo por eso ya cogemos con más cariño las tortillas de la zona. A ésta le vamos a dar un 6,8/10.
Lo mejor: Fina de sabor.
Lo peor: El precio.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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San Agustín Coffee Shop está en la calle San Agustín en el número 29.

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