Pero bueno, ¿dónde diablos se ha metido el equipo tortiller? No nos hemos muerto, estábamos de veranito. Disfrutando de las fiestas, del buen tiempo, de enterarnos de los conciertos del Noroeste el día anterior… y hoy, que seguimos de troula, aprovechamos que toca marcha en la Gaiteira para traeros un local de la zona: la Bodega La Cepa.
Las fiestas de María Pita nos han hecho pasar en el centro de la ciudad gran parte de las horas diurnas y ellas nos han llevado a dar un repaso generalizado a los locales del centro. Y sí, entre turista y turista hemos encontrado huecos en terraza de vez en cuando. Comprobamos con estupor que en estos bares la tapa está en peligro de desaparición. No que esto signifique la tortilla ya no esté en sus cartas, pero ahora parece que el tamaño mínimo de la tortilla es «tortilla pequeña», cobrártela a no menos de 6€ y traerte algo cuyos ingredientes llevan hechos horas, pero al que le dan un cuaje antes de servírtela en la mesa. Ni la calidad ni el tamaño están a la altura.
Otra curiosidad es que, por alguna razón, ya todas las tortillas de la zona centro son «betanceiras» porque es como lo de poner en una etiqueta de un producto que es «artesano», «casero» o «saludable»: al parecer leerlo nos hace sentir mejor, sea verdad o no. Nosotrxs, que defendemos la tortilla coruñesa (sin que sea en detrimento de la de Betanzos) y el formato tapa para poder mantener un ritmo de ingesta tortillil saludable y que no nos quite de cenar, nos oponemos claramente a esta tendencia. Menos mal que fuera del centro aún sobreviven tapas como la de hoy.
Aspecto: Y es que ya veis que esta tiene una pinta clásica, sin extravagancias. Buena pinta lanceolada con un pico de cobre. Castiza cuanto menos. Sin ser la más guapa de la calle, se hace apetitosa.
Jugosidad: Ofrece un poco de resistencia al corte, lo cual nos gusta y por dentro regala un interior meloso que se presta a algún mojeteo discreto. La patata, aunque bien de textura, resulta algo más pegajosa.
Sabor: Nos toca recién salida de la sartén: nos ponemos serios. El huevo es de diez, lo mejor del plato, también destacable por su proporción mayor a la patata. Algo escasa de sal, lo cual le resta presencia. Se nota la alta calidad en los ingredientes y el trato que se les ha dado en la cocina.
Tamaño: No era excesivamente grande, la verdad. Algo fina.
Precio: 2.10€
Otras observaciones: Disfrutamos de su terraza en cuesta, de su vino riquísimo y de su pincho generoso. Como pan nos pusieron un jirón que la verdad podría haber sido más generoso. El servicio fue bueno.
Y el veredicto es…
Nota final: Una buena tortilla en un local con muy buenos caldos (tanto insistimos que parece que salimos pelotazo de allí, pero no). Quizás un poco menos de sal y poco menos de hechura harían que ganase algunos enteros, pero de esta forma sirve para complacer también a aquellos que opten por tapas más esponjosas y a los que tengan la tensión alta. En la hostelería hay que buscar contentar a cuanta más gente posible, eso es marketing puro. Como a nosotros nos han satisfecho, les dejamos un 7.2/10
Lo mejor: Ese huevo que aún relamemos de nuestros incisivos.
Lo peor: Amén de los pequeños detalles comentados, empezar por servirla un poco más grande para que fuese un pedazo generoso ya le sumaría algún punto.
Bodega La Cepa está en la 2ª Travesía Gaiteira en el número 2