La mayoría de recomendaciones que nos llegan no son de locales en el centro, la verdad. Los verdaderos tesoros escondidos de la ciudad están en tasquitas al fondo de una callejuela en un barrio periférico. O en un polígono. Hoy toca visitar, tras la recomendación de nuestra amiga tortillera Laura, El Hoyo de Agrela.
Los locales en los polígonos son para uso casi exclusivamente laboral, abocados más al pincho de media mañana que a la tortilla completa, con altas posibilidades de que de pedir fuera de hora traiga un producto más bien ranciete que ha vivido mejores días. Muchas veces nos sugerís «cuando mejor está es por la mañana» y ya nos gustaría a nosotros poder disfrutarlas en su culmen pero desgraciadamente no es posible. Normalmente nos vemos abocados a visitar los bares compatibilizando nuestro horario laboral, y claro, cuando esté choca con los tiempos de más frescura del plato, la crítica se resiente. Lo cual no es malo para nuestra empresa: un buen bar tortillero debe tener un producto presentón no importa a qué hora.
El Hoyo, pese a lo antes comentado, no se ve languidecer a medida que pasa el día. No es raro que de tarde su terraza esté ocupada al igual que la de los otros dos locales con los que comparte calle. Y si donde hay movimiento hay vida, nos ilusionamos al pensar que quizás hubiera una tortilla sabrosa más allá de la hora del café. Y vaya si los pusimos a prueba: fuimos en pleno partido de la selección española.
Aspecto: Burbujitas en la superficie e interior algo baboso. Derrapa en el plato. El aspecto no es nada malo aunque quizás algo blanquecino.
Jugosidad: Como una crema de huevo, más suave que jugosa. Pringa el plato y podría comerse con cuchara. Delicada y de facil digestión.
Sabor: De consistencia deshecha, con un sabor caldoso, una patata algo crudita envuelta por jirones de huevo. Facil desarme. No tiene mucho sal y eso hace que el sabor no sea muy fuerte. Se nota que está muy bien hecha y con cariño. A nosotros nos ha gustado.
Tamaño: Taponcio rotundo, para asustar a la cena. Sacia de sobra.
Precio: 2€, precio algo elevado pero que se paga por una tortilla decente.
Otras observaciones: Buen servicio y buen pan de chapata que la acompaña.
Y el veredicto es…
Nota final: No es esta tortilla para esconderla en un hoyo: todo lo contrario. Una tortilla grande, sabrosa, carismática y que salva las horas perfectamente. Quizás no llegue al sobresaliente pero es una opción que no defraudará a los habitantes del polígono. Se lleva un 7.6/10
Lo mejor: Una tortilla sabrosa que alimenta de sobra.
Lo peor: Tiene algunos detalles a mejorar pero con algo más de sal y con algo menos de precio ya alcanzaría el 8 sin duda.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Hoyo está en la calle Copérnico en el número 3