Después de que hace unos meses fuéramos y cantásemos las alabanzas de las tortillas de la Casa Martín, no fuistéis pocos los que nos recomendasteis volver a la calle Alameda pero entrar en otra de las puertas. A nosotros nos parecía que una panadería no podía tener mucho donde rascar, pero en el Forno Alameda había una cuantas sorpresas además de las chapatas.
Ya en la primera parte del local vimos una cola de gente esperando para llevarse a su casa algo más que pan o una empanada. El Forno Alameda tiene, al menos al mediodía, una selección curiosa de comida casera preparada para que lxs coruñesxs que no les apetezca cocinar puedan saciar su apetito. Si caminamos un poco más, pasamos al ala oeste del local donde encontramos una cafetería normal, regida con voz alegre por una camarera que va hablando con todo el mundo a la vez que sirve pinchos con la consumición (parece que esta rara avis empieza a extenderse por fin por A Coruña).
Nosotros, fascinados por tal variedad de posibilidades, solo dimos a acodarnos en una mesa y pedir con sendos vermús para regar el mediodía del sábado, un par de tapas de tortilla que nos fueran abriendo boca o al menos haciendo cama por si caía algún vermú más. Esto fue lo que pasó.
Aspecto: Lanceolada y tierna, buen color.
Jugosidad: Algo pegajosa, baja bien pero mejor con una caña. Sobre todo esponjosa.
Sabor: Se hizo esperar pero apareció recien hecha y por la cantidad de gente que estaba esperando por ella pensábamos que sería algo espectacular. Y a tanto no llegaba. Sin embargo, sí que nos dejó buen sabor de boca: una patata troceada no muy grande, una textura de fácil desmigue, un sabor carismático sin ser muy salado y quizás un huevo con más sabor que se hacía notar. El conjunto supera el aprobado y vale la pena para meterle un tiento.
Tamaño: No especialmente grande pero saciaba.
Precio: Le calculamos entre 1.5€ y 2€
Otras observaciones: Dan pinchos, el servicio además de bueno es simpático y el pan, cómo no podía ser menos, es calité.
Y el veredicto es…
Nota final: Nos habiais recomendado el Forno Alameda y nunca lo encontrábamos abierto o con tortilla. Pero esta vez hubo suerte y pudimos disfrutar de la tortilla. No nos parece una tortilla escandalosa pero hemos de reconocer que para el precio que tiene es una tortilla muy defendible y que cualquier defectillo que tenga no es nada grave. Le vamos a dar un 7/10 para que siga intentando perfeccionarse porque tiene a tiro sacar más nota.
Lo mejor: Una tortilla sin fallos gordos acompañada de un muy buen pan y un muy buen servicio.
Lo peor: Quizás hacerla un pelín más jugosa y darle un punch de sabor a la mezcla harían que llegase al 8.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
El Forno Alameda está en la calle Alameda en el número 36