Sabemos que se nos ve el plumero con la zona del Polígono de Elviña pero es que realmente este barrio, casi tachado de extrarradio, tiene tortillas de excepción. Y no solo tortillas, el boulevard de Salvador de Madariaga quedó en su día niquelao y darse un paseíto por allí hasta Matogrande o el Parque de Oza es un más-que-mejor plan para cualquier día medianamente soleado. Pero como no somos Aún Pillas Paseos (aunque igual nos venía bien para bajar estas panzas) lo que caminamos es para llegar a algún bareto en el que apostarnos a ronronear que nos pongan alguna tapa. El caso de hoy lo ocupa el GRUMI de Rafael Alberti.
El GRUMI es un bar nacido al calor de GRUMICO (Grupo de Personas con Discapacidade de A Coruña) los cuales vemos que tienen en su página web una fabulosa guía de Coruña Accesible que seguro es muy útil para las personas con problemas de movilidad. Da gusto ver como hay gente que se dedica a fines así y da gusto que incorporen también la restauración a la ecuación para que haya sitios donde tapear o tomarse un refresco sin barreras. Es un problema importante para calidad de vida de mucha gente y no se le da toda la importancia que debiera. Ojalá Coruña pueda definirse en un futuro cercano como una ciudad sin barreras para nadie.
Aspecto: Un poco tortilla de cafetería, amarilla, cuajadota y con alguna reminiscencia taruguer.
Jugosidad: Fuimos dos días distintos: en uno nos pusieron un pincho de ella hiperjugoso. Estaba para entrar directo al TOP5 de la página. El día en el que catamos la tapa (que veis en la foto) estaba mucho más labrada y menos jugosa, bien cuajada. ¿Habrá varios cocineros? Aún así se hacía buena de comer.
Sabor: Sabrosísima, muy buenas sensaciones. Un punto de sal coqueto, bastante patata para el huevo y como comentamos completamente cuajada. Nada añeja, aguanta bien el paso del tiempo.
Tamaño: Ya se ve bueno pero acaba de resultar muy saciante, para bien.
Precio: A 1.70€ aunque vemos en su Facebook que tienen hora feliz de lunes a jueves en las que la tapa solo vale un miserable euro.
Otras observaciones: El pan está riquísimo. El servicio es excepcional, para enmarcar, atento, rápido y cercano. El día que fuimos nos atendió una camarera a la cual damos un 12 sobre 10. Además de esto tienen opciones muy económicas para comer y tapear, que aunque no probamos tenían buena pinta. Organizan eventos para dinamizar la vida del barrio como churrascadas, conciertos, etc…
Y el veredicto es…
Nota final: En la experiencia tortillera cuenta todo, del plato al servicio, hasta el ambiente… En este caso salimos encandilados del GRUMI y deseando volver a repetir. Hay quizás otras tortillas más ricas en A Coruña pero esta es de excepción. Si la hubiéramos cogido a la hora feliz que cuesta un euro quizás aún hubiera subido algo más. De momento la dejamos con un 8/10.
Lo mejor: En el genero de tortilla de cafetería, pocas hay mejores. Muy sabrosa.
Lo peor: Necesitamos que sea un poquito más jugosa para darle más nota.
Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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El GRUMI bar está en la calle Rafael Alberti en el número 10, bajo.
