¡Junio! Mes de emociones fuertes si has nacido aquí donde Xerión mordió el polvo hace cincuentamilaños (y donde lo sigue mordiendo gracias a la empeñadísima lucha del concello contra el arte urbano). No hablaremos de deportes y de los distintos compromisos que tienen nuestros equipos para no gafarlos, pero un consejo sí relacionado con la práctica deportiva: es importante ser consciente de las limitaciones físicas de cada uno. Sobre todo si estas se ven mermadas por el consumo de energéticos como por ejemplo el vino tinto. Veinte días antes nosotros ya nos vamos mentalizando: queremos acabar San Juan como un santo, no como una sardina.
Y no sabemos si más parecido a un santo o a un obispo, seguimos nuestra paparota interminable, esta vez probando la tortilla de O de Tati, una panadería/pastelería/cafetería de la zona de la segunda fase de Elviña que la verdad cada vez se ve más lustrosa. Y es que frente a esa Coruña encajonada entre edificios altos donde es imposible que florezca una maceta, más propia de vampiros que de xente mariñeira, se agradecen los parques, los bulevares y en general un poquito de vitamina D que nos haga vivir más años. Como dice la chavalada: bajar a la calle y tocar el césped.
Nosotros somos de esos, sin duda. Césped, terraza, playa, banco de un parque o apoyados en una farola… eso sí, si puede ser acompañado de una tortilla, pues mucho mejor, donde va a parar. Mientras vamos cogiendo fuerzas para llegar al inicio del verano en un estado anímico arrollador os dejamos esta nueva crítica.
Aspecto: Se ve gramada y blanquecina, delicada como un pastel.
Jugosidad: Ligera, pasa bien. No busques líquido, su valor es la esponjosidad.
Sabor: Tenía todos los puntos esta tortilla para ser algo sosa pero todo lo contrario. Su finura no está reñida con que goce de buen sabor, quizás algo caldero. El huevo y la patata forman un matrimonio indisoluble (sobre todo un sabrosísimo huevo) y el punto de sal es curioso. El resultado final es que les ha quedado una tortilla muy rica.
Tamaño: Tirando a pinchito, pero vale bien para un tentempié. Talla S.
Precio: Creemos que 1.30 €, acorde a su tamaño pero barato para su calidad.
Otras observaciones: Muy buen servicio y muy buen pan, por supuesto.
Y el veredicto es…
Nota final: La tortilla de Tati tiene dejes que no sabemos descifrar, pero que en ningún caso son negativos. Una tortilla infladita, muy degustable, ligera y que le queda como a un guante al local, una cafetería orientada a lo dulce que no quiere dejar con hambre a los que somos de salado. Nosotros, que siempre valoraremos las tortillas distintas (y sobre todo si están tan buenas) le dejamos un 7.8/10.
Lo mejor: Su sabor y su ligereza para el que simplemente quiera matar el antojo.
Lo peor: Nada en especial. Podríamos pedir algo más grande, pero creemos que el precio es el correcto y que además perdería su esencia.
O de Tati está en la calle Jose Luis Bugallal Marchesi en el número 6