O Sibarita

Algunos recordamos los cafés de primera calidad del Jamaica e incluso tomarnos más de un té en el O’Clock, pero ahora lo que ocupa el número 27 de Linares Rivas desde hace ya algunos años y bulle de actividad mañanas y tardes es un local llamado O Sibarita.

Solo hemos disfrutado del Sibarita en horario matutino pero ya hemos visto que el menú del día tiene bastante buena pinta y que seguro que las tartas de la vitrina arreglan una buena merienda. Habrá que probarlas. Eso sí, igual después nos toca enganchar el carril bici que pasa justo por delante para ir a quemar lo consumido.

Y es que al igual que defendemos el picoteo, las tapas, las tartas y no hacer el feo cuando ofrezcan un pincho gratis, tambien decimos que es necesario apretarle un poco al cuerpo para mantenerse saludable y poder seguir disfrutando de este hobby. Y eso de la bici, pudiendo recorrer todo el litoral atlántico de la ciudad en ella, nos parece una buena manera.

Aspecto: Muy buena, buen color, presenta su jugosidad ya medio desparramada en el plato y es imposible que a alguien no le tarde meterle el diente cuando la ve llegar a la mesa. Impecable.
Jugosidad: Uno de sus puntos fuertes. Permite el mojeteo, baja fácil por la garganta y se hace suave al paladear.
Sabor: De temperatura templada, el huevo meloso acompaña a una patata hecha en su punto y un sabor muy bueno. Como nota negativa le encontramos la impredecible variabilidad con la sal: hemos ido días en los que parecía que no llevaba y otros en los que parecía que le habían echado dos veces. Una lástima porque desluce una tortilla que podría tener una nota mucho más alta.
Tamaño: Generoso. Por sabrosa deja ganas de más pero…
Precio: 1.70€
Otras observaciones: Un servicio de 12 sobre 10 y varios tipos de tortilla dependiendo del día.

Y el veredicto es…

Nota final: La del Sibarita es una tortilla de escándalo que se desluce por el detalle que hemos comentado: una proporción de sal muy variable. Quitando esto destaca en casi todos sus puntos: buena temperatura, sabrosa, muy rico huevo, buen tamaño (aunque con una tortilla así siempre quedan ganas de más) y una jugosidad que ya querríamos para todas las tortillas. Como sabemos que su inconveniente tiene fácil solución le dejamos un 8,2/10
Lo mejor: Jugosidad conseguida, solo al alcance de unos pocos.
Lo peor: Poco se le puede achacar salvo la variabilidad salina, que desgraciadamente no nos deja disfrutar la experiencia como es debido.

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