Cafe Bar Trébol

La siguiente entrada fue escrita hace más de cinco años así que es probable que esté desactualizada.

Las fuerzas de seguridad en A Coruña no se vislumbran en la lontananza si no en Lonzas, esa zona en la que desemboca la Avenida do Ferrocarril en el antiguo San Cristovo das Viñas. Vamos, que desde el ayuntamiento aun tienes un caminito. No pasa nada, RARA vez un infractor del ayuntamiento se entrega voluntariamente a la policía. Al igual que en el hospital o tanatorio, raramente se visita la comisaría de policía o el cuartel de la guardia civil con buenas noticias (desafortunadamente para ellos). Casi lo mejor que pueden (y podemos) esperar es que el acercarnos a esta esquina de A Coruña solo sea para renovar el DNI. Ahora con la red de redes es bien fácil pedir cita pero antes había que ir a tocar diana allí a las siete de la mañana para que te diesen un papelito con una hora marcada como si fuera para una reunión secreta y hacer tiempo cerca hasta que tocase entrar.

Cuantas horas pasando inciertas en ayunas se habrán tragado los coruñeses allí… ¿Y qué me decís de la desazón que produce la denuncia de un robo, ese agujero en el estómago atroz tras la pérdida a veces irreparable de, pongamos, una estampita querida o el carnet del Xabarín Club dentro de una cartera? Sin duda se hace necesario meterle algo al «saco» para que las penas se diluyan. Cualquiera que sea el motivo nos viene de merlis esa cafetería cercana, trébol de cuatro hojas encargada de ocupar nuestro estómago para que desocupemos nuestra cabeza y dejemos trabajar a las fuerzas del orden en su labor. En uno de estos bretes fuimos a tortillear a esta cafetería con aplomo y hambruna ¿nos traería suerte éste trébol o habría que enchironar al cocinero?

Aspecto: Bronce, piel curtida por el sol que va llegando en este veranito tropical. Tortilla clásica de cafetería, no engaña a nadie en una rueda de reconocimiento. A nosotros no nos llama la atención pero tampoco nos asusta. Respeta la ley y se deja ver.
Jugosidad: Algo pastosita, cuajadita, para ir tirando. Una trama que no deja huecos.
Sabor: Normal, regular. Toques de cebolla, algo aburrida en paladar. Cumple sin problema y sin lugar al desenfreno ni al arte. Típica para llenar el buche y ya.
Tamaño: Estándar. Tamaño homologado e incluso algo generoso.
Precio: No se atreven a robarnos tan cerca del cuartel. Un buen precio, ajustado y barato: entre 1.20 y 1.50€ que le calculamos.
Otras observaciones: Un buen pan, ofrecen pinchos y estamos protegidos.

Y el veredicto es…

Nota final: Después de una buena jornada combatiendo el crimen, la policía necesita recuperar fuerzas también. Seas caco o seas «madero», esta tortilla no está mal: se lleva un 6/10 a la comisaría ¡Déjenla libre!
Lo mejor: Precio y tamaño bueno. Cumple su cometido.
Lo peor: Tortillera regulera, no ganará premios. No nos destaca su sabor ni jugosidad.

Y tú… ¿has probado esta tortilla? ¿qué te ha parecido? ¡Vota aquí!
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El Café Bar Trébol está en la calle Doctor Joaquín Cotarelo número 4.

Un comentario en «Cafe Bar Trébol»

  1. Hola! Deberías probar la de Os Codillos en Rafael Alberti. Sin duda no te dejará indiferente esos sí, si tienes suerte de que Moncho te sirva porque tiene una pacieeencia…
    Un saludo!

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